El Juzgado Central de Vigilancia Penitenciaria de la Audiencia Nacional ha revocado el tercer grado que el Gobierno vasco concedió a José María Arregi Erostarbe, 'Fiti', histórico jefe de la banda terrorista ETA. Tras esta decisión, como informan fuentes penitenciarias, Arregi ha ingresado de nuevo en la cárcel de Martutene (Guipúzcoa), a la que fue acercado en los últimos años gracias a los sucesivos traslados del Ministerio del Interior.
Según un comunicado de Etxerat, una asociación de familiares de etarras en prisión, 'Fiti' ha vuelto a ser clasificado en segundo grado penitenciario. El auto del Juzgado Central de Vigilancia Penitenciaria estima los argumentos planteados en su día por la Fiscalía, revocando así la concesión del régimen de semilibertad del que gozaba uno de los principales jefes de la historia de ETA.
Arregi, de 76 años de edad, fue clasificado en tercer grado el pasado mes de febrero por el Departamento de Justicia del Gobierno Vasco tras recibir un informe favorable de la Junta de Tratamiento de la prisión de Martutene.
La Fiscalía de la Audiencia Nacional, tal y como se explica en el comunicado de la asociación Etxerat, recurrió la concesión del tercer grado el pasdo mes de abril.
Tras darle la razón, la Audiencia revoca su progresión y le devuelve a prisión.
La Fiscalía, por el contrario, no presentó recurso por la concesión del tercer grado a los otros siete miembros de ETA. La asociación de familiares de presos de ETA Etxerat ha explicado que Arregi -quien fue arrestado en la operación contra la cúpula de ETA en Bidart en 1992- ha pasado casi 31 años en prisión y desde 2019 tiene cumplidas tres cuartas partes de la condena. «
Acercado en 2020
El departamento que dirige Fernando Grande-Marlaska decidió acercar a 'Fiti' en octubre de 2020. Era uno de los miembros de la dirección de la banda que cayó en Bidart en 1992. Fue el "inductor", entre otros, del atentado contra la Casa Cuartel de Zaragoza en 1987. Con más de 15 asesinatos a sus espaldas fue beneficiado por la "nueva política penitenciaria" y se le acercó a su domicilio.
Fiti es el preso etarra con más edad, en concreto, 76 años. Ingresó en prisión en noviembre de 2000 y cumple una condena de 30 años por delitos de terrorismo, asesinato, amenazas y lesiones.
Al aproximarlo al País Vasco, Instituciones Penitenciarias destacó que el recluso etarra aceptaba la legalidad penitenciaria, reconocía el dolor causado, y manifestaba por escrito su rechazo al uso de la violencia, aunque las víctimas denunciaban que sus palabras pidiendo perdón respondían, en realidad, a las cartas tipo fabricadas ex profeso para todos los etarras.