Pedro J. Ramírez, presidente ejecutivo y director de EL ESPAÑOL, ha intervenido este sábado en el programa Col·lapse de la cadena TV3, para conversar con Ricard Ustrell, presentador del espacio, acerca de una de las principales noticias de estos días, las declaraciones de la examante de Juan Carlos I, Corinna Larsen, en un podcast que se estrenará este próximo lunes y que comprometen la figura del Rey Emértio.
"Felipe tapaba los asuntos turbios de Juan Carlos y él protegía el crimen de Estado", ha asegurado el director de EL ESPAÑOL en el programa de TV3. Pero, para Pedro J. Ramírez, este es el "último capitulo de una larga trayectoria" que se inició, precisamente, con lo que Narcís Serra desveló el domingo pasado en su entrevista con EL ESPAÑOL.
"Ya en los años 80, el CESID (Centro Superior de Información de la Defensa), con la autoriación del ministro de Defensa, desarrollaba dispositivos para proteger y controlar los encuentros del Rey con sus amantes. Había una especie de sociedad de auxilios mutuos entre el Gobierno de Felipe González y el rey Juan Carlos", ha explicado Pedro J. Ramírez.
El director de EL ESPAÑOL ha destacado la importancia de contar la verdad, como ha hecho el exvicepresidente del Gobierno. "Narcís Serra ha tenido la valentía de empezar a contar la verdad. Creo que esto es sólo la punta del iceberg de esa sociedad de auxilios mutuos entre González y Juan Carlos, con los servicios secretos de por medio", ha recalcado Pedro J. Ramírez, aunque también ha reconocido que estas declaraciones apenas tendrán consecuencias penales.
"En realidad, Serra está reconociendo delitos de malversación de caudales públicos y de prevaricación, lo que pasa es que esos delitos prescriben al cabo de 10 años o como máximo al cabo de 15. Por lo tanto, ya no es posible exigir responsabilidades penales", ha afirmado.
"Ojalá haya otros que secunden a Serra y no se lleven los terribles secretos de esos años a la tumba", ha añadido. Por ello, Pedro J. Ramírez ha querido relacionar estos hechos con el 40º aniversario del triunfo electoral de Felipe Gonzalez. "Representó una esperanza, la ilusion del cambio. Sin embargo, un año después de llegar al poder ya empezaron a cometerse los primeros asesinatos y secuestros de los Gal. Es decir, es la historia de la ilusion del cambio, pero, también, la del cambio traicionado", ha señalado. Según el director de EL ESPAÑOL, en esa "traición al proyecto del cambio", el rey Juan Carlos representó una "pieza clave".
Amigas entrañables
El militar y exdirector del CESID, Alonso Manglano, reonoció a título póstumo en esas "memorias terribles", en las que contaba detalles de cómo alquilaron el chalet de la calle Sextante de Madrid y cómo el propio director de los servicios secretos le dio la llave al Rey para que lo probara. Para que viera si estaba de acuerdo en reunirse allí con sus amantes, incluidas Bárbara Rey o Marta Gayá. O mejor dicho, "amigas entrañables del Rey de España", como dijo Corinna Larsen dijo a Pedro J. Ramírez cuando dirigía El Mundo.
"Es muy triste que el mismo Jefe del Estado, que tuvo un gran mérito en la llegada de la democracia, haya visto empañada de manera irreversible para los españoles de esta generación su imagen con todas estas conductas impropias en lo personal, que tenían en paralelo la sombra de de la corrupción económica ", ha asegurado Pedro J. Ramírez.
Además, el director de EL ESPAÑOL ha contado cómo conoció a Corinna Larsen durante una cena en el restaurante Wilton's de Londres. "Lo que más me llamó la atención de aquella noche fue que ella llegó protegida de una cápsula de seguridad muy profesional de la embajada rusa. Corinna creía que yo era un enviado del CNI que estaba allí para sonsacarla. Mientras que los del CNI pensaron que yo estaba con ella para desestabilizar a la monarquía española", ha relatado.