En los cristales de las gafas de sol de Yolanda Díaz entraba España entera, no sólo el desfile del 12 de octubre. A falta de un acuerdo por la renovación del Poder Judicial, Gobierno y oposición han pactado la llegada del otoño. Chaquetones, fulares y algún que otro abrigo. Los hombres, neutros. De traje. Eso sí, todo inundado de corbatas, un día después de anunciar Moncloa el plan energético. El chaquetón y el abrigo era directamente proporcional a la cuota televisiva: quienes sabían que más iban a salir en la pantalla no lo llevaban. Veáse Ayuso o la mencionada vicepresidenta.
Se han saludado todos los que tenían que saludarse. Los que están negociando la renovación del CGPJ, quienes (a tenor de las encuestas) deberían formar un gobierno, los estamentos militares... Quienes no estaban, tal y como ha adelantado este diario, han sido los vocales del máximo órgano de los jueces, que no fueron invitados en tiempo y forma por un "descuido" del Gobierno.
Los presidentes nacionalistas han cumplido su tradición y tampoco han estado. Pedro Sánchez ha vuelto a celebrar la Fiesta nacional sin sus socios de investidura. El jefe del Ejecutivo se ha refugiado en el coche casi hasta que han llegado los reyes (en contra del protocolo habitual) para intentar laminar los abucheos. Él ha dicho que ha salido cuándo se lo han indicado, qué iba a decir.
Entre las ministras, brillaba Irene Montero, que ha ido de largo. Con un vestido morado. El mismo color que el año pasado, aunque más intenso. Al no exigir ya las autoridades la mascarilla en Exteriores, la responsable de Igualdad no ha incluido en su outfit la mascarilla con la bandera trans, igual que en la edición anterior.
Ha sido el desfile de la vuelta a la normalidad: la escaleras mecánicas de los metros adyacentes, colapsadas. Más de 4.000 militares y 800.000 euros, como venía sucediendo antes de que llegara la pandemia.
El Rey, vestido de almirante de la Armada, ha saludado uno a uno a los líderes autonómicos. Sonreía especialmente el presidente de Galicia, Alfonso Rueda, que debutaba en estas lides.
Felipe VI se ha detenido especialmente con Josep Borrell, Alto Representante de la Unión Europea, máxima autoridad diplomática del continente en la guerra de Ucrania. El monarca y la reina han estado acompañados en todo momento por la infanta Sofía.