Santiago Abascal se dio un baño de masas en la apertura del Viva22, que se está celebrando este fin de semana en el recinto de Mad Cool de Valdebebas (Madrid). Tras pasearse por los 52 puestos de las provincias españolas durante la mañana de este sábado, por la tarde se subió al escenario para ser aclamado al grito de "presidente" y abrazar a Javier Ortega Smith, después de una semana en la que le ha sustituido como secretario general del partido y las relaciones parecían tensas.
Abascal comenzaba su discurso atacando a los medios: "Los que estáis aquí no leéis los medios y no sabéis que Vox se hunde, que desaparece, que cae en picado, y hacéis la movilización que no hace nadie en España. Vamos a avergonzar a los tertulianos y listillos que quieren romper el sentir del pueblo español".
Poco le hacía falta al líder de Vox para llevarse a un público ya candente, tras las intervenciones de Rocío Monasterio (diputada en la Asamble de Madrid por VOX), André Ventura (líder del partido de ultraderecha portugués Chega), Javier Milei (economista y político argentino de La Libertad Avanza) y Javier Ortega Smith. Sin embargo, pedía aclamaciones para España y no para él, que quería alejarse del individualismo personal.
Y es que Abascal sabía quién necesitaba cariño: Ortega Smith. Su "amigo, compañero y compadre" llegó de los últimos a la fiesta, casi justo para subirse al escenario, después de una semana complicada en la que fue relevado de su puesto como secretario general del partido. Ambos se dejaban ver juntos después de sus intervenciones.
El líder de Vox comenzó su discurso agradeciendo todo lo vivido. "Quiero dar las gracias a mi amigo, compañero y compadre (porque es el padrino de mi hija) Javier Ortega. Ha estado desde el inicio, se ha deslomado por toda España, levantando conmigo codo con codo este proyecto. Javier Ortega está desde mucho antes de que esto naciera".
Asimismo, el líder de Vox apuntó que "su compadre", Javier Ortega, seguirá "cuando lleguemos al gobierno". Porque para Abascal, Ortega es quien "encabezó la batalla contra los golpistas" en Cataluña, "diciendo lo que nadie quería decir".
Sobre las informaciones que aparecieron estos días y apuntaban a una posible ruptura entre ambos, Abascal apuntó: "Ellos tienen estos días para mentir, pero nosotros tenemos toda la vida para demostrar que seguimos juntos".
Quiso agradecer a Ortega Smith su labor pasada, pero también la futura. "La que vas a hacer en defendiendo a los más débiles en una ciudad donde el alcalde ha mentido a los ciudadanos como Sánchez lo hizo con los suyos".
A partir de entonces, el discurso de Abascal se centró en agradecer a Garriga y atacar al "poder establecido". Exponía que, en un país con distintos problemas sociales, la polémica de la semana se centraba en el colegio mayor Elías Ahuja.
"Las tonterías y frases vergonzosas de unos adolescentes inmaduros. Qué lección han dado las niñas, sabiendo que algunos cabestros aún están por madurar, pero qué lección han dado ante los políticos del comunismo", decía. Arrancaba un gran aplauso cuando exponía que los jóvenes, igual, "habían bebido de más", pero que, "igual habría que pensar en hacer pruebas toxicológicas en el Congreso".
"¡Ya está bien, que se vayan al carajo! Esta es una rebelión contra el intento de destruir nuestra identidad", continuaba Abascal, alabando la reunión del Viva22. Su discurso siguió destacando la historia pasada de España y exponiendo cómo sería un futuro con Vox. "Por el pasado que nos contempla y el futuro que nos aguarda", finalizó Abascal antes de bajarse del escenario para abrazar a Ortega Smith y escuchar el himno de España.