Ha vuelto a ocurrir. El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ejerce estos días de anfitrión en la cumbre de la OTAN que se celebra en Madrid tras semanas de cuantiosos y complejos preparativos para que nada falle, pero siempre puede escaparse algún detalle, como una bandera de España colocada boca abajo.
Y no cualquier bandera de España. Cierto que muy pequeña, pero sobre la mesa desde la que Sánchez ha dirigido su primer discurso al resto de aliados. En la imagen se puede ver el escudo boca abajo en la enseña, algo que no ha pasado inadvertido.
Ha sido el PP de la Comunidad de Madrid quien a través de redes sociales ha advertido del descuido, que a quien siga con frecuencia la actualidad no sonará nuevo. "La bandera… otra vez", ha tuiteado el partido, acompañando el comentario de un emoji que refleja estupor o vergüenza.
La opinión pública recordará por su gran trascendencia el encuentro en abril entre Sánchez y Mohamed VI en Rabat para una reconciliación España-Marruecos y que tantas consecuencias ha tenido, en especial con Argelia. En ese viaje, el monarca invitó al presidente a romper el ayuno con motivo del Ramadán, y de esa cena trascendió una imagen en la que la atención no se la llevaron ni los protagonistas ni el abundante alimento sobre la mesa, sino las banderas.
La española, esta sí de grandes proporciones, estaba boca abajo, tras Sánchez. Fuentes de Moncloa aseguraron después que nadie de la comitiva española había podido acceder previamente a esa sala, y que una vez en ella no repararon en su mala colocación. En esta ocasión, la delegación achaca el error a la OTAN: "Nos han pedido disculpas y van a hacer un comunicado ahora mismo", se ha apresurado a aclarar.
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Y el comunicado ha llegado minutos después: "Por un error, la bandera española se colocó incorrectamente al inicio de la cumbre. El error se corrigió de inmediato. La OTAN se disculpa sinceramente por este error y agradece a España la excelente organización de la cumbre".
El vicesecretario general de Ciudadanos, Edmundo Bal, se ha manifestado sobre este 'incidente' para apuntar que le parece "de traca" que de los "1.300 asesores" que, según sus cálculos, trabajan para el Gobierno, "nadie" haya sido "capaz darse cuenta" del error.