La gestión y las rencillas políticas están apagando el brillo con el que Mónica Oltra irrumpió en política, primero en la valenciana y luego en la española como habitual invitada en programas de televisión nacional.
La vicepresidenta de la Generaliat Valenciana fue clave para llevar a la coalición de Compromís a sus mejores resultados y abrirle las puertas del Gobierno autonómico y del Congreso, con el diputado Joan Baldoví como estandarte.
Era la Oltra sarcástica y divertida, la de las camisetas de denuncia, ariete de la corrupción. La mujer de la política transversal que despertaba simpatías en la izquierda y la derecha. La líder del partido pequeño que doblegaba a los grandes.
Mónica Oltra militó en el PCE, más tarde en la corriente valencianista de Izquierda Unida y acabó fundando un partido, Iniciativa, con postulados ecosocialistas. Esa mirada poliédrica y convergente, alejada de posiciones nacionalistas o extremistas, la convirtió pronto en un personaje popular de largo recorrido.
Pero pasados casi siete años desde que la izquierda valenciana se hizo con el poder de las instituciones tras dos décadas de hegemonía del PP, la mayoría de sondeos dicen que Compromís está en baja forma y necesita recuperar ese brillo "porque lo importante ahora es salvar la camisa de 2023", explican fuentes de Compromís a EL ESPAÑOL.
El liderazgo de Oltra empieza a dar muestras de agotamiento y los socios nacionalistas de la coalición, que son mayoría en Compromís, han dejado esta semana la puerta abierta a un relevo en la próxima candidatura a la Generalitat Valenciana. Así pues, se ha alentado de manera formal el debate sobre su continuidad como cabeza de cartel.
Ha sido Papi Robles, la nueva portavoz de Compromís en el Parlamento autonómico, la que, en una entrevista en À Punt, la televisión pública valenciana, ha cuestionado que Mónica Oltra repita como candidata: "Ya se decidirá. Tendremos que hablarlo".
Esas seis palabras han servido para afrontar un debate incómodo, pues Compromís está sostenido por una amalgama de partidos e intereses dispares milimétricamente equilibrados para evitar que la coalición se deshaga como agua entre las manos. De hecho, se eligió en su día a Oltra como cara más visible por su evidente tirón, aunque su facción es minoritaria en Compromís.
La entrevista ha dado lugar a tantas interpretaciones que este sábado Papi Robles matizó sus declaraciones y aseguró que "Mónica Oltra ha sido y seguirá siendo la candidata de la coalición a la Presidencia de la Generalitat". Pero que en caso de que Oltra no quisiera presentarse, Compromís tiene "liderazgos disponibles", pues es "un proyecto muy lleno de liderazgos compartidos".
Yolanda Díaz, al fondo
El momento para abrir este debate no podía ser más inoportuno. Unos días antes se conocía el contenido de un informe de la Sindicatura de Greuges -defensor del Pueblo valenciano- que alertaba de supuestos abusos sexuales a 175 menores tutelados entre 2020 y 2021, siete de ellos con edades de entre 0 y 3 años, y cuestionaba la gestión de la consellera al frente de esta materia.
Esta misma semana, su capacidad de gestión también se ha puesto en duda por el informe que revela que en la Comunidad Valenciana hay esperas de hasta dos años para obtener la renta de inclusión.
La próxima semana Oltra dará explicaciones en las Cortes sobre el asunto de los abusos sexuales a petición propia. Lo hará tras verse forzada a ello para evitar que prosperara la petición de comparecencia de Ximo Puig que había registrado el PP.
Por si fuera poco, la Audiencia de Valencia acaba de reabrir la investigación judicial contra cuatro trabajadoras de la Conselleria de Igualdad que ella dirige por, supuestamente, abandonar o dejar desprotegida a la menor que fue víctima de abusos sexuales por parte de su exmarido, Luis Ramírez.
Ramírez ha sido condenado a cinco años de prisión por haber abusado de una menor tutelada que residía en el centro en el que trabajaba como educador social. Los hechos descritos en la sentencia se produjeron en 2017 y entonces hacía ya dos años que Oltra dirigía la Conselleria.
Un proceso judicial que desgastará su imagen y sin duda será la china en el zapato de la vicepresidenta para lo que resta de legislatura. Coincide, además, con una campaña de hostigamiento por parte de la extrema derecha. José Luis Roberto, líder de España 2000, asesora a la víctima en este procedimiento.
Hay otros factores para entender el declive de Oltra en Compromís. El diputado Fran Ferri, su portavoz en las Cortes Valencianas, uno de los dirigentes con mayor proyección, sorprendía en diciembre a todos anunciando que renunciaba a sus cargos para regresar a su actividad profesional.
A partir de ahí, hubo cruce de acusaciones de deslealtad y peticiones de dimisión que acabaron con una designación directa del sustituto de Ferri por parte de la dirección nacionalista de Compromís. Los diputados votaron la propuesta en una reunión de menos de 15 minutos para completar el formalismo. Los nacionalistas -representados bajo la marca Més Compromís- siguen siendo mayoría.
El episodio llega, además, en medio de la alianza electoral que está tejiendo Mónica Oltra con la ministra Yolanda Díaz y la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, un movimiento que ha causado malestar en Més Compromís y que ahora le muestra la puerta de salida. Pero Oltra, que sigue siendo referente y un gran valor para la coalición, puede que aún no haya dicho su última palabra.