La víctima contó a los agentes que el joven, en primer lugar, trató de introducirle la mano por dentro del pantalón. Ella se lo impidió. Según su relato, aquel hombre logró, pese a ello, arrancarle el pantalón corto por la fuerza, y luego la ropa interior. Se los llevó a la habitación mientras la mujer, desde el comedor de la vivienda, le pedía que le devolviera las prendas y que la dejara marchar. 

A los pocos segundos, el presunto agresor regresó a la sala de estar. Iba desnudo cuando agarró a la joven, que estaba sin ropa de cintura hacia abajo, y la arrastró con él hasta el cuarto. Allí, tal y como figura en la denuncia interpuesta por la víctima tras los hechos, la violó. 

Ocurrió hace casi tres años en un apartamento de la calle Ponzano, en el centro de Madrid. Horas después de lo ocurrido, el presunto agresor llegó a reconocer los hechos a la víctima en una conversación de Whatsapp. Ella interpuso ese mismo día la denuncia.

Tras la instrucción, a cargo del Juzgado de Instrucción nº 45 de Madrid, se ordenó la apertura del juicio oral en la Sección 6 de la Audiencia Provincial. La celebración de la vista oral estaba prevista para febrero del pasado 2021. Pero entonces, según la documentación a la que ha tenido acceso EL ESPAÑOL, el hombre, al que se le había retirado el pasaporte, no apareció. Nunca se le volvió a ver. 

Según ha podido saber EL ESPAÑOL a través de fuentes judiciales y policiales, la Audiencia Provincial de Madrid emitió una Orden Internacional de Detención para emprender así la búsqueda del acusado.

Los especialistas de la Policía Nacional recaban desde hace meses todas las pruebas posibles para dar con el paradero de este hombre, al que la Fiscalía de Madrid pedía 10 años de cárcel por un delito de agresión sexual. Todavía no se le ha logrado localizar. 

La joven presentó esa misma jornada una denuncia por violación. Isabel Roso

Ahora el presunto violador se encuentra en paradero desconocido, fugado de las autoridades judiciales. Y ello pese a que la representante legal de la víctima, la abogada Emilia Zaballos, y los del presunto violador, según revela la letrada a este periódico, habrían alcanzado un acuerdo mediante el cual el acusado aceptaba pena de prisión, reconociendo haber perpetrado la violación sobre aquella chica. 

Los hechos

La joven, de nacionalidad asiática, y su agresor se conocieron a través de Happn, una aplicación de encuentros y citas entre personas que buscan conocer a gente para entablar relaciones personales. Era el año 2019. En un primer momento se cruzaron varios mensajes, después intercambiaron sus teléfonos, y a posteriori se escribieron por Whatsapp

Tal y como reveló EL ESPAÑOL, a las dos semanas decidieron quedar. El joven le propuso que pasaran juntos el sábado siguiente, el 29 de junio, en la piscina del edificio en el que dijo que vivía. Le contó que, probablemente, estarían allí con algunos amigos. 

Era el último fin de semana del mes. Quedaron sobre las 11.30 en la parada de metro de Ríos Rosas. La chica llegó tarde, sobre las doce del mediodía. Al verla, aquel joven del que ni siquiera sabía su nombre le explicó que todavía no había desayunado y le pidió que le acompañara a su casa unos minutos. Le explicó que después irían a la piscina.

En la denuncia presentada por la víctima, a la que ha tenido acceso este periódico, se detalla que, cuando llevaban ya un rato en aquella casa, ella le preguntó cuándo iban a llegar sus amigos. El hombre le contestó que los recogería a las seis de la tarde en el aeropuerto. Ella respondió que prefería irse a su casa, aunque acabó convencida para quedarse un rato, por lo que se sentó en un sofá.

En un momento dado, él se colocó a su lado y se abalanzó sobre ella, agarrándole de las muñecas. Luego se tumbó encima, forzándola y dándole la vuelta a su cuerpo, poniéndola boca abajo. Luego la penetró vaginalmente. "En ese momento -relató la víctima a este diario-, sentí pánico. Sólo quería que terminara".

Al eyacular, la joven vio que su violador había usado preservativo. El hombre se marchó al cuarto de baño. Ella aprovechó para vestirse lo más rápido posible y marcharse. Pero cuando llegó a la puerta "no podía abrirla". Él volvió a agarrarla. "Le prometí que no iba a decir nada. Se lo repetí varias veces. Lo convencí y me dejó salir de allí".

"Sentí pánico", cuenta la víctima. "Tuve que prometerle que no diría nada para que me dejara marchar". Isabel Roso

Al llegar a la calle, continuaba la denuncia, presentada esa misma jornada, la chica llamó a un amigo. El chico le dijo que tardaría un rato en recogerla. La joven, mientras esperaba, le escribió a su presunto agresor.

Según los mensajes, a los que ha podido acceder EL ESPAÑOL, le preguntó por qué había actuado así con ella.

-Yo nunca he querido sexo contigo. Así que estoy triste porque mantuvieras sexo conmigo en tu casa. Te he dicho un minuto y otro que pararas. No hagas esto. No quiero sexo contigo. ¡Pero no me has escuchado! Yo solo hago amigos.

-Ok.

-Ok, ¿qué?

-Sexo no.

Desde entonces, asegura que le cuesta conciliar el sueño, que se le entumecen las manos y que padece estrés.

Fuga y archivo provisional

Cuando llegó la fecha de juicio y el hombre no apareció, los letrados de la chica enviaron un escrito al juez insistiendo en la "necesidad de encontrar el paradero del acusado". Recordaban en ese documento, al que ha accedido EL ESPAÑOL, que "ambas partes llegaron a un principio de acuerdo, aunque el mismo quedó en suspenso hasta el día del inicio de las sesiones para la celebración del juicio oral".

A juicio de Zaballos, en representación de la víctima, ese hecho "provocó que tuviera la oportunidad de huir y quedar de esta manera ilocalizable". Y advertía también de que los "perjuicios y traumas psicológicos" que la joven padece a causa de continuar abierta la causa, debido a la no localización del imputado, "son irreversibles, ya que padece un gran sufrimiento y angustia por esta situación".

Meses después, el pasado mes de noviembre, el juez ordenó el archivo provisional del procedimiento hasta que el acusado sea localizado por las autoridades. Será entonces cuando se le traiga de vuelta a España para juzgarle.

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