Unas 2.000 personas de sindicatos policiales, según cifras de la Guardia Urbana, han celebrado este sábado por la tarde una manifestación unitaria en Barcelona para pedir respeto al trabajo de los cuerpos de seguridad.
Con la pancarta unitaria 'Por la seguridad pública', la marcha ha comenzado pasadas las 19 horas ante el Parlament de Catalunya, y los participantes se han dirigido hacia la plaza Sant Jaume, donde se ha disuelto sobre las 20 horas.
En declaraciones a los medios, el portavoz del sindicato de los Mossos d'Esquadra SPC, David Miquel, ha advertido una "sensación de impunidad", ante la cual ha pedido una reacción de los representantes políticos.
El portavoz del sindicato de Mossos Uspac, Albert Palacio, ha reclamado "herramientas para afrontar incivismo" y las agresiones, además de que se aplique el Código Penal.
La portavoz del Sap-Fepol, Imma Viudes, ha defendido que "a ningún sindicato le da miedo que políticos, ni siquiera la CUP", presidan la comisión de estudio del modelo policial en el Parlament.
"Pero queremos que se cuente con esos técnicos que puedan dar su opinión para que el debate sea absolutamente técnico y profesionalizado", ha añadido.
Manifiesto
En un manifiesto, han criticado que los agentes han sido "objeto de ataques directos" que han provocado una falta de autoridad y una deslegitimatización de la profesión, así como una politización constante de la misma, recoge textualmente.
También han lamentado lo que consideran una utilización partidista para desgastar los diferentes gobiernos, así como una "falta de valentía política" para defender a Mossos d'Esquadra, policías locales, vigilantes municipales y guardias urbanas.
Han puesto de relieve que la falta de recursos provoca agotamiento y situaciones "extremadamente complejas" que se hacen insostenibles, por lo que han pedido a los representantes políticos que actúen con determinación para proteger a dichos cuerpos.
"La sociedad a la que servimos también tiene que hacer una reflexión profunda sobre cómo tienen que ser los pueblos y las ciudades dónde quieren crecer y desarrollarse", añade el texto, aunque afirma que la mayoría de la sociedad no ve a los agentes como enemigos.