Con un "gracias por lo que hicieron" Felipe González daba carpetazo a las operaciones que el GAL llevó a cabo en España, un guiño a la 'lucha sucia' contra el terrorismo, más de una década de torturas, asesinatos y secuestros. Ocurrió durante la presentación del libro 2001 días en Interior de José Barrionuevo, exministro del Interior en 1997. En el Hotel Miguel Ángel de Madrid, a escasos metros del Congreso de los Diputados, el expresidente cerraba filas con los colaboradores de uno de las épocas más siniestras de nuestra historia reciente.
El periodista Antonio Rubio empezó su investigación sobre el grupo antiterrorista 14 años antes, en 1983. El Caso Marey prendió una mecha que habría de revolver los cimientos del Estado, estrenando sus cloacas. A lo largo de dos décadas de investigación recogió los testimonios de sus protagonistas, reuniendo las piezas de un enorme puzle que implicaba a importantes esferas políticas de la época.
Gal: El Triángulo trata de resolver las dudas que todavía pueblan el caso. Un podcast creado por Podimo y narrado por el propio Rubio, conteniendo décadas de investigaciones, entrevistas y archivos que destapan los entresijos del Grupo Antiterrorista de Liberación en la lucha contra ETA. De víctimas a verdugos, un necesario ejercicio de memoria histórica en primera persona con los testimonios de figuras clave como las de Pilar Zabala, hermana de la primera víctima de la organización; José Amedo, exmiembro de los GAL o Javier Gómez de Liaño, juez del caso.
Desde Podimo se podrán escuchar cada semana los ocho episodios que componen esta serie. Un interesantísimo retrato de la guerra contra el terrorismo en nuestro país cuyo primer capítulo ya está disponible en la plataforma.
El año de los GAL
El último trimestre de 1983, la banda terrorista ETA cometió 16 atentados con víctimas mortales. Un periodo sangriento que conmocionó a una todavía débil democracia. Dispuestos a responder, el 4 de diciembre de 1983, tres mercenarios contratados por el Ministerio del Interior —Mohand Talbi, Jean-Pierre Echalier y Pedro Sánchez—, se preparaban para interceptar al etarra Mikel Lujua en Hendaya. La descordinación entre el Gobierno y los tres hombres llevó al secuestro de Segundo Marey, un vendedor de material de oficina completamente ajeno a la banda terrorista.
Conscientes del grave error que acababan de cometer, Interior dio la orden de emitir un comunicado falso con el que atribuir el secuestro a un nuevo grupo terrorista: así nacieron los GAL. Con una orden directa por parte del Ministerio de que "no se dijese nada al secuestrado", comenzaba un "periodo de guerra", en palabras del propio Rubio, que habría de marcar la siguiente década. "El viaje a la checa democrática", como lo definiría Manuel Vázquez Montalbán en el prólogo del libro que Rubio escribió con Manuel Cerdán, El origen de los GAL.
Las cloacas
En 1998, un año después de los agradecimientos de González, el expresidente acompañaba a José Barrionuevo y Rafael Vera hasta las puertas de la prisión de Guadalajara. Los dos últimos habían sido condenados por un delito de vinculación a la 'guerra sucia'. Sólo tres meses después salían de ella con un indulto parcial otorgado por el gobierno de José María Aznar.
En 1995, sin embargo, la versión oficial era distinta. González se deshacía de las preguntas de Iñaki Gabilondo sobre su posible vinculación al grupo terrorista y respondía con un aséptico: "¿Por qué voy a saber más que lo que sabe la gente?". Casi cuatro décadas después, la herida sigue abierta para quienes participaron o fueron víctimas de los métodos ilegales inaugurados por el gobierno del expresidente.
Barrionuevo ironizaba con las 'cloacas del Estado' que recorrían los titulares de la prensa española de mediados de los 90, la comparaba con una red de saneamiento, "relativamente oculta, aunque legal y necesaria". A la despreocupación con la que despachaba su presunta implicación ante los micrófonos de Caso Abierto en 1997, llegaron más tarde las amenazas cruzadas y los "daños colaterales".
El abandono a quienes habían servido como informantes o colaboradores del GAL resultó también crucial. Al mismo tiempo que se drenaba el lodo, surgieron cabezas de turco. José Amedo fue uno de ellos: el excomisario recuerda en Gal: El Triángulo su vinculación con Interior en la lucha contra el terrorismo. Una carrera que le llevó "de las alabanzas de sus superiores a las rejas de la cárcel".
El Triángulo
Antonio Rubio tampoco estuvo exento de amenazas. Tanto ETA como los GAL pusieron precio a su cabeza. El episodio de Caso Abierto que produjo en el año 1997 fue emitido de madrugada por las presiones de Interior. En tan solo un año la noticia había explotado y no había forma de pararla. Fueron en total 27 las víctimas mortales que se cobró esta 'guerra sucia'.
Treinta y ocho años después, Rubio abre de nuevo su archivo personal para poner en orden su extensísima investigación. Publicando por primera vez entrevistas y testimonios nunca antes vistos y que arrojan luz sobre los últimos atentados cometidos por los GAL así como su financiación. El cómputo total de un periodo plagado de violencia y "daños colaterales" de los que Gal: El Triángulo pretende hacer justicia.