A punto de alcanzar el ecuador de agosto, el espectacular incremento del precio de la luz aprieta en el zapato del Gobierno, y cada vez de manera más acuciante. A las críticas del primer partido de la oposición, el PP, que señala al Ejecutivo como responsable, se sumaba el miércoles Podemos, anunciando incluso movilizaciones por esta cuestión que afecta al bolsillo de los ciudadanos, pese a estar los de Ione Belarra sentados en el Consejo de Ministros.
Ante este escenario, la principal responsable del Ejecutivo en la materia, la vicepresidenta tercera y ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, tomaba este jueves cartas en el asunto y lanzaba varios mensajes de calado durante una entrevista en la Cadena SER, dejando en primer lugar sentado que "hay cosas que no dependen de nosotros".
Pero lo más significativo es que Ribera abría la puerta por primera vez a la creación de una compañía eléctrica pública, algo solicitado reiteradamente por Podemos, cuya secretaria general, Belarra, se felicitaba por el paso dado por la que siempre ha sido una de sus bestias negras dentro del Gabinete.
"Es una buena noticia" afirmaba a través de su cuenta de Twitter, tantas veces empleada para atacar a Ribera y otras de sus compañeras de la bancada azul, como la vicepresidenta económica, Nadia Calviño, o la ministra de Defensa, Margarita Robles.
El pasado enero, la propia Ribera, ante otra petición similar de Podemos, entonces liderado aún por Pablo Iglesias, de crear una eléctrica pública, afirmaba que "algunas de las propuestas de nuestros socios en el Gobierno, como la nacionalización o crear una compañía pública que genere energía, no son una buena idea. De hecho, es lo contrario".
Medio año después, y en la citada entrevista radiofónica, la responsable de las políticas energéticas planteaba la posibilidad de impulsar desde el Gobierno una compañía de titularidad pública para, explicaba, "poder disponer de toda la energía hidroeléctrica a través de un sistema concesional distinto, a través de una empresa pública que según se vayan liberando las concesiones hidroeléctricas que permita intervenir o facilitar otra manera de ofertar energía". Ribera matizaba, no obstante, que no es la "única solución", ya que "el precio de la electricidad depende de muchas cosas, muy diferentes".
"Convencer a Putin"
La vicepresidenta apelaba también a la dependencia energética de nuestro país, asegurando con cierto sarcasmo, a la pregunta de si no hay nada que se pueda hacer, que "podemos intentar convencer a Putin [Vladimir] de que bombee más gas en el mercado europeo" afirmaba entre sonrisas, matizando que "eso no es realista".
Igualmente, Ribera tiraba de cierta ironía para contestar críticamente a las movilizaciones con las que amenazaba el jueves el portavoz parlamentario de Podemos, Pablo Echenique.
"Movilizarse contra la subida de la luz es como movilizarse contra el incremento del precio del petroléo" afirmaba, asegurando que "el desafío es encontrar soluciones" y recordando la política de la coalición de ha sido "dar cobertura a los consumidores vulnerables al máximo, pero también dar cobertura a los consumidores medios".
La interrupción de los cortes de suministros durante el último estado de alarma fue uno de los puntos de fricción más impirtante entre la formación morada y la responsable de la cartera para la Transición Ecológica.
Desde el PP siguen arremetiendo contra Sánchez por ni siquiera haber hablado de esta cuestión, pese al acto público que tuvo el miércoles en Lanzarote, donde sí habló, por ejemplo, del informe del Panel de la ONU sobre el cambio climático.
Además, los de Pablo Casado, lejos de la idea de la eléctrica pública, aseguran que la solución es conseguir que los consumidores "paguen solo por lo que consumen", eliminando el impuesto a la generación eléctrica y trasladando a los Presupuestos Generales del Estado los costes regulados de la factura eléctrica.