El proceso de vacunación en Europa ha entrado en una fase de estancamiento. El número de dosis por habitantes viene reduciéndose en las últimas semanas en países como Francia, Reino Unido y Alemania, que ya están planteando, no sin polémica, la adopción de restricciones como la entrada a restaurantes, museos, discotecas y otros "eventos masificados" como el fútbol o conciertos para los que no aporten el certificado de vacunación. España está sorteando estos obstáculos: es el país europeo que más vacunas inyecta, ya tiene al 55% de la población -más de 25 millones- con la pauta completa y sólo un 2,6% de los ciudadanos las rechazan.
Según datos del Centro Europeo para la Prevención y Control de Enfermedades (ECDC) hasta este domingo, España es junto a Islandia, Irlanda, Malta, Portugal y Dinamarca uno de los únicos países de Europa que ha completado el proceso de vacunación entre los mayores de 80 años. Es el séptimo -con un 98,2%- en la franja de 70-79, el sexto -95,7%- entre los de 60-69, el cuarto -90,9%- entre los de 50-59 y el octavo -65,4%- entre los 49-25.
España, al igual que el resto de los países de la UE, se ha propuesto tener vacunada con pauta completa al 70% de la población adulta a finales del verano. Ante la evidencia de que la vacunación empieza a tocar techo en buena parte de Europa, los países estudian de qué manera pueden convencer a los que dudan. Hace unos días, el comisario europeo Thierry Breton definía el nuevo desafío al que se enfrenta la Unión Europea: "Superar las dudas sobre la vacuna".
En Francia, el Gobierno obligará a vacunarse a personal sanitario y de residencias y exigirá a los que no estén inmunizados un certificado Covid para entrar en bares y restaurantes así como para viajar en tren y avión.
Alemania, que a mediados de junio ponía de media 950.000 dosis diarias y ahora no llega a las 600.000, también estudia medidas de persuasión para alentar a la población. "Los vacunados tendrán más libertades que los no vacunados", ha asegurado Helge Braun, ministro alemán de la Cancillería, en declaraciones al dominical Bild am Sonntag. Braun agregó que, en caso de que sigan subiendo las infecciones, los no vacunados tendrán que volver a reducir sus contactos, pese a la estrategia de test masivos que ha seguido Alemania en los últimos meses.
"Eso puede significar que determinadas ofertas como visitas a restaurantes, al cine o estadios no sean posibles para no los vacunados, aunque tengan un test negativo, porque el riesgo sería demasiado grande", ha manifestado.
Elevada aceptación
La elevada aceptación de las vacunas en España ha permitido superar el hito de los 25 millones de inmunizados coincidiendo con un aumento de los contagios, un escenario que, gracias a la vacunación, no se traduce en un incremento proporcional de la mortalidad como sí ocurrió en la tercera ola de la pandemia, cuando se reportaban más de 2.000 muertes a la semana.
Si se comparan las cifras de muertes de esta semana (del 19 al 25 de julio) con respecto a la misma del mes de enero (del 18 al 24), se puede comprobar cómo las vacunas han sido cruciales a la hora de reducir la cifra de fallecidos e ingresados en las UCIs estos últimos seis meses.
Precisamente en esa semana de enero, España había inmunizado con pauta completa a 2.315 personas, lo que suponía el 0,005% de la población -la campaña de vacunación comenzó apenas un mes antes, el 27 de diciembre de 2020-.
Durante esos días, Sanidad notificó más de 400 muertes diarias y la cifra semanal de decesos ascendió a 2.127, mientras que la presión en las unidades de cuidados intensivos rondaba el 40 % de ocupación.
La vacuna funciona
Seis meses después, la situación es distinta. La quinta ola ha comenzado a ralentizar su crecimiento, pero España sigue registrando un importante número de casos diarios y una incidencia elevada de transmisión.
Pero tales cifras, en cambio, no se reflejan en un crecimiento de los fallecimientos, tal y como ocurrió en enero. Esta semana se han notificado hasta el viernes 125 muertes.
La letalidad del virus en España se sitúa esta semana en el 1,9%, aunque esta cifra es mayor en algunas comunidades como Asturias (3,1 %) -el territorio con mayor media de edad del país, según el INE-, Castilla-La Mancha (2,9 %) o Castilla y León (2,6 %).
Otro dato importante que refleja el avance de la vacunación en España es que el pasado 12 de mayo fue el último día que se registró una cifra superior al centenar de muertes -108 en 24 horas-, cuando tan sólo el 13,7% de la población (6.502.978 personas) había recibido la pauta completa.
Desde entonces, las cifras de decesos diarios y de presión en las Ucis se han reducido considerablemente gracias a la campaña de inmunización.
Jóvenes de 12 a 29 años
La incidencia del virus es mucho mayor entre los jóvenes de 12 a 29 años, con tasas de contagios que superan el millar de casos por cada 100.000 habitantes a 14 días."No es la ola de los jóvenes, es la ola de los no vacunados", Mónica García, portavoz de Más Madrid.
En una entrevista con Efe, el presidente de la Sociedad Española de Inmunología, Marcos López Hoyos, se mostraba contundente: "La gente vacunada no está ingresando en los hospitales".
Esta semana, la ministra de Sanidad, Carolina Darias, ha querido ensalzar el efecto de la vacunación en esta quinta ola, ya que sólo el 5,5% de las personas infectadas durante las últimas cinco semanas habían recibido la pauta completa, mientras que algo más del 83% de los contagios corresponden a los no vacunados.