Una empleada de Podemos, Irene L., ha reconocido ante el juez del caso Neurona que realiza habitualmente trabajos para la asociación #404 Comunicación Popular, investigada por haber recibido 30.000 euros de la caja b del partido
El titular del Juzgado de Instrucción número 42 de Madrid, Juan José Escalonilla, tomó declaración el pasado día 7 a Irene L., que trabaja como fotógrafa para Unidas Podemos, primero contratada a través de su Grupo Parlamentario en el Senado y desde 2019 como asistente en el Congreso de los Diputados, a propuesta de la ministra de Igualdad, Irene Montero.
A preguntas de uno de los abogados de la acusación, Irene L. reconoció que, además de trabajar para el partido, también colabora habitualmente como fotógrafa para la asociación #404 Comunicación Popular (financiada presuntamente con la caja b de Podemos), aunque aseguró que lo hace de forma desinteresada y sin recibir ni un euro a cambio.
"Yo tengo mi trabajo, y luego tengo un espacio en mi jornada libre en el que milito", declaró ante el juez, "a veces he ido a cubrir manifestaciones y cedía las imágenes. Si hay una concentración en Sol por derecho a la vivienda y yo tenía la tarde libre, iba, hacía fotos y las cedía a #404. Si las querían, y si no las colgaba en mis redes. Pero yo no he recibido ningún tipo de dinero por eso, nada, era militancia".
El letrado quiso saber entonces si Irene L. se compró su cámara de fotos con los fondos trasferidos a #404 Comunicación desde la denominada caja de solidaridad de Podemos. "Qué va", fue la respuesta, "mi cámara de fotos me la he comprado con mi dinero, de hecho pedí un préstamo personal para comprarla".
"Entonces, ¿el dinero de la caja de solidaridad que llegó a #404 en qué se ha invertido, para qué se empleaba?", insistió el abogado. La fotógrafa de Podemos no pudo dar más explicaciones: "Es que yo no tengo ni idea de las finanzas de #404, yo no sé cómo funcionan. Yo militaba, hacía fotos y las cedía, ya está. En mi tiempo libre hago fotos y las cedo o las vendo a quien considero. Si es una asociación de este tipo no las vendo ni saco dinero por ello, no me interesa".
Irene L. aseguró que también colabora de forma desinteresada con colectivos de Memoria Histórica y agregó que no le consta que ningún colaborador de #404 Comunicación Popular cobre por su trabajo.
Rafa Mayoral en la diana
El testimonio de Irene L. tiene especial relevancia porque, en la denuncia que provocó la apertura del caso Neurona, el abogado José Manuel Calvente sostiene que Podemos utiliza su caja b para financiar a organización que están controladas por los propios dirigentes del partido. Según Calvente, #404 Comunicación Popular está controlada por Christian Luis Navarro Marrero, asistente de la diputada Idoia Villanueva y estrecho colaborador del secretario de Movimientos Sociales de Podemos, Rafa Mayoral.
El juez instructor Juan José Escalonilla archivó inicialmente esta línea de investigación por considerar que todo ello no constituye un presunto delito de "administración desleal". Sin embargo, la Audiencia Provincial de Madrid le ordenó el pasado 16 de febrero retomar la investigación sobre la caja b, al entender que existen indicios de que Podemos ha utilizado este mecanismo para sortear las limitaciones de la Ley de Partidos y eludir la labor fiscalizadora del Tribunal de Cuentas.
Según la instrucción, la asociación #404 Comunicación Popular solitó una ayuda de 50.000 euros a Podemos, que le abonó al menos tres transferencias de 10.000 euros cada una, entre septiembre de 2019 y junio de 2020. Estos fondos salieron de la denominada caja de solidaridad, que se nutre con las donaciones que los cargos públicos de Podemos realizan al partido.
Durante su declaración, Irene L. aseguró que varios técnicos de la consultora Neurona Consulting se desplazaron a España para realizar decenas de vídeos de la campaña de Podemos en las Elecciones Generales del 28 de abril de 2019. El informe remitido al juez por la UDEF pone en duda este testimonio porque buena parte de los cientos de vídeos que Podemos ha aportado como prueba corresponden a otras campañas electorales o han sido elaborados por los propios empleados del partido.
La fotógrafa sólo acertó a ofrecer al juez los nombres de algunos de los técnicos de Neurona (Alejandro Neira, Waldmar, Carlos Portillo, Martín) y aseguró que durante la campaña electoral trabajaron permanentemente en la sede de Podemos en la calle Maudes:
Para dar verosimilitud a su relato, la fotógrafo realizó la siguiente descripción sobre la disposición de los distintos equipos de trabajo durante la campaña: "Según entrabas a la oficina, a la izquierda tenías la primera mesa que era el equipo de prensa, la segunda mesa que era el equipo audiovisual y la tercera mesa, el equipo de redes. La última es diseño y luego ya a la derecha estaban los de Neurona".