La embajadora marroquí en España, Karima Benyaich, "no regresará" a Madrid "mientras dure la crisis, y la crisis durará mientras continúen su verdadera causa", que es la entrada del líder del Frente Polisario, Brahim Ghali, en territorio español "en condiciones indignas para un estado de derecho" y su no comparecencia ante la Justicia española, declaró este jueves el ministro marroquí de Exteriores, Naser Burita, en una comparecencia restringida ante la prensa.
En la primera referencia de un responsable marroquí a la avalancha migratoria sobre Ceuta de los pasados días -8.000 llegadas en 48 horas-, Burita dijo que esa oleada se debió "a un contexto de fatiga del dispositivo policial marroquí tras las fiestas del fin de Ramadán".
También culpó a "la inacción total de la policía española", que según él se despliega a razón de un policía por cada 100 agentes marroquíes en las zonas fronterizas.
Además, lamentó repetidamente "la campaña de hostilidad mediática" de los medios españoles, públicos y privados, contra Marruecos mediante "la movilización de todos los medios con términos inaceptables y con intervención a veces de altos responsables".
Llamada a consultas
El Gobierno español llamó a consultas a Benyaich el pasado martes tras sus palabras sobre la situación migratoria a la que se enfrentaba Ceuta: "Hay actos que tienen consecuencias y se tienen que asumir". En esa jornada entraron 8.000 inmigrantes en territorio español.
El Ejecutivo de Pedro Sánchez ha alegado desde un principio razones "estrictamente humanitarias" para acoge a Ghali, pero las explicaciones no han satisfecho a Rabat, que ya el pasado 8 de mayo avisó de que extraería "consecuencias".
Marruecos afeó el que no se le hubiera avisado de antemano de la decisión, un gesto que consideró "premeditado" y que no corresponde en una relación entre buenos vecinos.
Antes de acudir a la convocatoria realizada por la ministra de Asuntos Exteriores española, la embajadora de Marruecos insistió en que hay "actitudes que no se pueden aceptar". Añadió que las relaciones entre países vecinos y amigos se tiene que basar en "la confianza mutua, que se tiene que trabajar y nutrir".
Calificó de "inusual" la rapidez con la que fue convocada por la ministra española de Exteriores.