Las obsesiones del Pablo Iglesias vicepresidente segundo del Gobierno de España no han cambiado excesivamente con respecto a las del Pablo Iglesias que ahora es candidato de Unidas Podemos a la Comunidad de Madrid. Pero sin duda se están intensificando de cara a la cita con las urnas de dentro de menos de un mes.
Singularmente su particular guerra contra los medios de comunicación y periodistas, a los que considera desde hace tiempo parte de una "trama" de poderes financieros en contra de su formación.
A su juicio, determinados "comunicadores de la derecha" están alentando agresiones contra sus actos de precampaña, como el de la semana pasada en Coslada, o como el artefacto explosivo lanzado, también en Semana Santa, contra la sede de Podemos en Cartagena (Murcia). Una actitud que vincula también a la de Vox acudiendo a dar mítines en Vallecas, que considera una provocación.
En un vídeo publicado este miércoles en su perfil de Twitter, Iglesias señalaba en concreto al principal comunicador de la Cadena Cope, Carlos Herrera, al que acusaba de haber llamado "escoria" a su partido. Un comentario, argumentaba el candidato podemita a la presidencia de la Comunidad de Madrid, que no fue un "calentón verbal" sino una actitud premeditada.
"Si los líderes mediáticos de la derecha y la ultraderecha, pagados además en este caso por la Iglesia Católica, despliegan este nivel de odio y de agresividad, luego a nadie le puede sorprender que a nosotros nos quemen la sede, o que insulten por la calle a cualquier persona por ser gay, por ser negro o por ser de izquierdas" afirmaba Iglesias, que concluía su mensaje afirmando que todo tiene que ver con los "nervios" que tienen esos sectores ante la posibilidad de que la izquierda sume en la Asamblea de Madrid después del 4-M.
Un relato alternativo
La guerra de Iglesias contra los medios no solo incluye la denuncia de lo que la formación morada considera ataques no inocentes desde los medios de comunicación, sino la construcción de un relato alternativo al de la prensa, la televisión o la radio. Una actitud muy similar, aun desde otro enfoque ideológico, a la impulsada hace cinco años por Donald Trump en Estados Unidos y replicada en España por Vox.
Naturalmente las redes sociales, en las que Iglesias es uno de los políticos españoles más influyentes y seguidos, son un elemento clave para poner en marcha esa estrategia, pero también lo ha sido la creación del medio de comunicación oficioso del partido, La Última Hora, dirigido por Dina Bouselham, estrecha colaboradora desde hace años del secretario general de Podemos, dedicado en buena medida al ataque directo a periodistas no adictos.
Este medio de comunicación, al que los inscritos en Podemos son llamados a participar financieramente a través de los cauces oficiales de comunicación con la militancia, es una idea del secretario de Comunicación del partido, Juan Manuel del Olmo, uno de los principales cerebros que están detrás de las estrategias de Iglesias.
Algunos importantes exdirigentes podemitas, como el que fuera líder en Madrid y portavoz en el Senado, Ramón Espinar, ha criticado públicamente y en términos muy duros tanto la creación y el estilo periodístico de La Última Hora como lo que considera "la guerrilla en redes sociales de la Secretaría de Comunicación" el cargo que ostenta Del Olmo.
"Hay una especie de horda de trolls que te saltan al cuello cada vez que dices algo sobre el amado líder" aseguraba Espinar hace dos semanas en su canal de Twitch, donde se mostró muy crítico con Iglesias e Irene Montero por no haber explicado su incremento exponencial de patrimonio desde que entraron en política, que se acerca un lustro después al millón de euros.
Viejos y nuevos enfrentamientos
Los ataques de Podemos a los medios no se limitan solo a los considerados de derechas, sino también a otros como La Sexta o la Cadena Ser, con los que llevan meses fuertemente enfrentados.
De la emisora del grupo Prisa han llegado a criticar hasta cuñas publicitarias por considerarlas sesgadas, y del canal de Atresmedia que entrevisten a la ministra de Defensa, Margarita Robles, a las que los de Iglesias tildan de "ministra favorita de la derecha y la ultraderecha". La presentadora Ana Pastor contestó a estos ataques, similares a los realizados desde hace tiempo a otros comunicadores del mismo grupo, como Vicente Vallés.
Que la relación de Podemos con los medios de comunicación y sus profesionales no es una balsa de aceite no es algo nuevo, En 2017, cuando el partido ejercía a la oposición al Gobierno de Mariano Rajoy, la Asociación de la Prensa de Madrid emitió un comunicado pidiendo a la formación que abandonase su campaña de "acoso personal" y "amenazas" que habían denunciado varias profesionales.
Todas ellas periodistas que cubrían al partido ante la asociación gremial con pruebas de "mensajes intimidantes" en su contra. Iglesias lo negó y retó a las periodistas a acudir a los tribunales.