Investigan a la Escuela de Policía de Ávila por presunta falsificación de las notas de los alumnos
El juez investiga a varios responsables del centro por obligar a un profesor de la academia a aprobar aspirantes que estaban suspendidos.
19 enero, 2021 12:22Noticias relacionadas
El juzgado de Instrucción número 1 de Ávila acaba de admitir a trámite una querella interpuesta por un profesor de la Escuela Nacional de Policía de Ávila que denuncia al centro presuntamente por falsificar las notas de estudiantes que habían suspendido alguno de los exámenes de acceso para que figurasen finalmente como aprobados.
Según ha podido confirmar EL ESPAÑOL, el juez indagará en algunos responsables del centro como el comisario jefe de estudios y el inspector jefe responsable del departamento de ciencias jurídicas de la escuela. Les investiga por los presuntos delitos de falsedad documental, prevaricación administrativa y coacciones y ya les ha citado a declarar el próximo 29 de enero en calidad de querellados.
La querella, a la que ha tenido acceso este periódico, detalla cómo el jefe del departamento habría instado a varios profesores de la academia a aprobar a aquellos alumnos que hubieran obtenido más de un 4 en la nota del examen.
Uno de los ejes sobre los que se sustenta la querella tiene lugar el pasado 10 de julio de 2020. Ese día se producía el segundo examen parcial de la XXXV promoción de la Escala Básica de Policía. Al finalizar la prueba, el jefe del departamento se aproximó a varios profesores, entre ellos el que finalmente ha interpuesto la querella.
Tal y como figura en los documentos aportados al juez, el responsable, empleando de justificación las anómalas circunstancias del curso, debido a la pandemia por la Covid-19 y los meses de confinamiento, pidió a determinados docentes que a aquellos alumnos que hubieran obtenido más de un 4 les cambiaran esa nota por un 5 en la plataforma informática en la que se almacenan los datos de cada uno de los aspirantes.
"Decidlo a los demás profesores"
"Decidlo vosotros por ahí, al resto de profesores, para que se enteren”, habría afirmado el responsable. El querellante entonces le respondió, delante de otras dos profesoras, que consideraba que debía ser el jefe del departamento el que diera esa instrucción a todos los profesores de la asignatura.
Cuando el jefe del departamento se marchó, los tres profesores comentaron su sorpresa y malestar ante el "contenido y la irregularidad" de dicho criterio: grabar una nota diferente a la indicada por la máquina lectora. Les resultó igualmente llamativa la manera y lugar de transmitir dicho "criterio", de manera informal, de pie, pocos instanstes antes de una reunión.
Según la querella, tampoco las otras dos profesionales estaban conformes con el hecho de que tuvieran que ser ellos los que transmitieran ese "criterio". Opinaban lo mismo respecto a que debería ser el jefe del departamento quien diera dicha orden y hablara con el resto de profesores de manera formal.
El profesor llevaba seis años dando clase en la academia. En la misma querella denuncia presiones similares por parte del director del centro, animando a los docentes a que aprobasen a esos futuros agentes que habían suspendido sus exámenes. Tras vivir este episodio, el inspector de policía escribió un informe sobre lo ocurrido. Una compañera le advirtió entonces que "tuviera cuidado". El jefe había llegado a deslizar que incluso podría dar parte de su actitud al desobedecer la orden de un superior.
300 recursos al año
En ese informe, aportado a la causa junto con un buen número de conversaciones grabadas, el profesor e inspector dejó por escrito que su deber era, como no podía ser de otra forma, rubricar la nota "que realmente obtiene el alumno, a no ser que reciba una orden clara y manifiesta en sentido contrario por el jefe del Departamento, en cuyo caso cumpliría la misma”.
El hecho es que nunca le llegó una orden por escrito en ese sentido. Sí recibió más llamadas exigiéndole que cambiase las notas, a lo que nuevamente se negó.
En Ávila, asi 3.000 personas se forman cada año para convertirse en futuros agentes de la Policía Nacional. Antonio Suárez-Valdés, abogado del profesor denunciante, conoce bien la situación de la academia. No en vano, la actividad de su despacho refleja la "elevadísima conflictividad" existente en los procesos de acceso y ascenso dentro del Cuerpo Nacional de Policía.
Especializado en casos relacionados con las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, tanto él como su equipo pueden llegar a tramitar "más de 300 recursos anuales de aspirantes que denuncian todo tipo de irregularidades en este tipo de oposiciones".
El letrado refiere, sin embargo, el carácter "absolutamente excepcional de una denuncia a nivel interno como la ahora interpuesta, dado el miedo de los profesores a un posible cese en el destino que ocupan".
Sin ir más lejos, el pasado mes de octubre al profesor que ha presentado ahora la querella se le abrió un expediente disciplinario, supuestamente por negarse a registrar las notas de sus alumnos.