En 2019, el 7,5% de la población (o, lo que es lo mismo, 3,52 millones de españoles) no podía permitirse calentar su casa lo suficiente, según un estudio elaborado por el Eurostat. Una cifra que va a incrementarse este 2020-2021 a causa de la pandemia del coronavirus Covid-19 y sus consecuencias económicas y sociales.
Así lo estima el investigador del Instituto de Ciencia y Tecnología Ambientales de la Universidad Autónoma de Barcelona (ICTA-UAB), Sergio Tirado.
El experto augura que, pese a no poder estimar en qué porcentaje va a incrementarse el número de hogares, sí puede pronosticar que "el bono social del Gobierno y la caída de los precios de la tarifa regulada en 2020 que se produjo como consecuencia de la pandemia sanitaria" no van a paliar la situación de España. Un país que es el décimo en mayor porcentaje de hogares que sufren pobreza energética.
Como coordinador de estudios de pobreza energética de la Asociación de Ciencias Ambientales, Tirado explica que, pese al aumento de hogares cubiertos por el bono social, no se van a poder compensar los factores económicos.
Así las cosas, el experto recuerda que los datos aportados por la Unión Europea mediante Eurostat no se pueden calcular a un año vista por la falta de "estudios intermedios". El hecho de que las peticiones de bono social estén aumentando puede indicar un "incremento de la pobreza energética" en 2020 y años venideros.
Pero este incremento de hogares que sufran pobreza energética no va a ser algo que ocurra solo en España, sino en todos los países europeos. La pandemia del coronavirus ha afectado a todos por igual y, cómo constatan los estudios realizados en el campo, no es un tema puramente climático.
No es solo cosa del frío
A parecer del investigador, en España se paga la electricidad más de lo que se debería sin importar el frío o el encarecimiento del gas y del CO₂. "Se paga a precio de gas lo producido en centrales nucleares e hidroeléctricas. Las nucleares y las hidroeléctricas, en su conjunto, ya han recuperado sus inversiones y garantizado su rentabilidad".
Consiguientemente, Tirado expone que medidas como la bajada de la tarifa regulada ocurrida en 2020 como consecuencia de la pandemia o el bono social no va a solventar la problemática de la pobreza energética de los españoles ni amortiguar los efectos del Covid-19.
Hay que puntualizar que, justamente en estos días, se está produciendo una subida de la tarifa regulada de forma "significativa, pero puntual" debido al temporal de nieve y hielo que vive la península.
Sobre el porqué la bajada de la tarifa regulada en 2020 no va a compensar el aumento del número de hogares que no puedan pagar la luz, Tirado contrapone la poca cantidad de población con este tarifa.
"Pese a que la tarifa regulada es más cara que la del mercado libre, solo 40 por ciento de los españoles la tienen", cifra.
Décimo país en Europa
En Europa (y según los datos del 2019 recogidos por el Eurostat), España es el décimo país donde más hogares no pueden permitirse calentar su casa. Por delante de los españoles están los habitantes de Bulgaria (30,1%), seguida de Lituania (26,7%), Chipre (21%), Portugal (18,9%) y Grecia (17,9%) e Italia (11,1%).
Con los datos en la mano, Tirado reitera su posición de que el clima no es un factor determinante de la incidencia de la pobreza energética pues países mucho más fríos están a la cola en este ranking.
"Lo que importa es la fortaleza de los sistemas de protección social", puntualiza. Algo que no solo ocurre en Europa sino también dentro de nuestras fronteras.
Un estudio de la Asociación de Ciencias Ambientales mostraba que el País Vasco tiene una incidencia bastante baja respecto a la media europea. "Una de las explicaciones para eso es que tienen la renta mínima de inserción más alta de todo el Estado y que, además, cubre a más gente".
Posibles soluciones
Sobre cómo erradicar ese 7,5 por ciento, el experto plantea diferentes opciones: unas a corto plazo y otras a largo. Reconociendo la dificultad de remodelar la eficiencia energética de la edificación, Tirado prefiere hablar de cómo está organizado el mercado de provisión de energía para los hogares y denunciar que se está "sobreretribuyendo" las tecnologías que están "más que amortizadas" como la hidroeléctrica y la nuclear.
Además, el investigador señala un amplio desconocimiento del funcionamiento del mercado y de los mecanismos de apoyo a consumidores vulnerables. No solo por el uso de la tarifa regulada, o no, sino por las pocas personas que acceden al bono social. Según un estudio de 2018 de la Asociación de Ciencias Ambientales, menos de la mitad de las personas que podrían tener acceso al bono social en España se están beneficiando de él. ¿La razón? No saben cómo se pide o las dificultades para solicitarlo.
Para ello, Tirado pone sobre la mesa la opción de la asignación automática del bono social de Portugal donde es el Gobierno el que cruza los datos para aplicar directamente a la factura de cada portugués este tipo de reducción. Una función gubernamental que daría una solución a aquellas familias en situación de pobreza energética que no obtienen su correspondiente subvención.
La Asociación de Ciencias Ambientales con la que colabora Sergio Tirado ya ha recogido en varias ocasiones que España está entre los países UE con mayor aumento de precios de la energía doméstica (del 50% en gas natural y del 80% en electricidad) en el periodo 2008-2016.