El presidente y director de EL ESPAÑOL, Pedro J. Ramírez, analizaba este martes con los suscriptores del diario la actualidad nacional e internacional, con una atención muy especial a todo lo relacionado con la pandemia. Ramírez considera que tras el acuerdo con Bildu para los Presupuestos, Pedro Sánchez "se juega en los próximos días el ser o no ser, su identidad política, porque tiene alternativa" afirmaba en referencia a Ciudadanos. "Una cosa es que Bildu sea un partido legal y otras cosa es que cualquier partido legal sea un socio deseable" concluía.
Preguntado por los problemas de cohabitación cada vez más crecientes entre el presidente del Gobierno y Pablo Iglesias, afirmaba que "este es un pulso de pillo a pillo. A veces parece que Sánchez es prisionero de la dinámica que le está organizando Pablo Iglesias y otras veces Iglesias aperece más bien como rehén de la necesidad de continuar en el Gobierno para poder seguir pagando esos cientos de sueldos de personas que viven de la política, como nueva casta que son".
Pero mirando más a largo plazo, el director de este periódico vaticinaba que "la hegemonía de Sánchez en la izquierda va a ser mucho más duradera que la influencia determinante de Iglesias".
Para Pedro J. Ramírez, el presidente del Gobierno apuesta por pasar el "mal trago" de la negociación presupuestaria -"piensa que más vale una vez colorado que ciento amarillo" afirmaba en el encuentro con los suscriptores- para a partir de ahí tener "un camino despejado" que le pueda llevar, posiblemente con unas Cuentas Públicas prorrogadas, hasta finales de 2022 o principios de 2023. Justo antes de esos comicios tanto el líder del PSOE como el de Podemos, afirmaba, "terminarán tarifando y escenificarán su confrontación para poder ir a unas elecciones por separado".
El tribalismo del PSOE
La voces críticas que se alzan de dirigentes socialistas tanto jubilados como en activo políticamente era otro de los asuntos candentes del encuentro. Pedro J. se refería al "sentido tribal" que pese a sus críticas a la actual dirección tienen todos ellos. "En el PSOE hay una cultura de que con el partido como con la madre, con razón o sin ella. Se podrá discrepar, pero fuera del partido ni Guerra, ni Page, ni Lambán verán nunca la salvación. Otra cosa es que el día que Sánchez no sea capaz de conservar el poder le van a llover las críticas de forma más fuerte desde dentro del partido".
Ramírez también se pronunciaba sobre el futuro de Ciudadanos y las recientes críticas veladas del ex presidente del partido naranja, Albert Rivera, a Inés Arrimadas. "El centro político siempre va a tener un espacio propio porque es una ideología diferenciada del conservadurismo y de la socialdemocracia" afirmaba. Un espacio que, afirmaba, "Rivera dilapidó lamentablemente".
Sobre la fragmentación en el centroderecha, afirmaba que en Vox existen "dos almas", una ligada a la "ultraderecha" tradicional, equiparable a la que existe en otros páises de nuestro entorno. "Siempre ha existido en España, son los hijos o nietos de Blas Piñar" decía. Mientras que otra la forma un perfil conservdor que "se decepcionó por la falta de claridad política del PP en la etapa de Mariano Rajoy". A estos últimos les sugería sumarse a la "reunificación" que pretende Casado dentro del PP, con "un ala más conservadora y otra más cercana a las tesis de Ciudadanos".
No descartar confinamientos
La pandemia y su gestión centraban también buena parte del coloquio digital con los suscriptores. Pedro J. no descarta que pueda haber un nuevo confinamiento, e incluso asegura que "lo más inteligente sería aprovechar el puente de diciembre y hacer un confinaminto corto y drástico". No obstante, subrayaba que "todo cambia" y en los últimos días las cifras "son alentadoras", tanto que de seguir así no sería necesario aplicar medidas más severas.
Sobre la posible responsabilidad penal del Gobierno en la gestión, como señalan muchas demandas, Ramírez asegura no ver "los elementos objetivos de dolo". A su juicio, lo que habría que hacer es una comisión de investigación parlamentaria que analizase los "errores" cometidos por el Gobierno que, afirmaba, sí han existido, aunque de manera similar a la de otros países o administraciones. "¿Lo han hecho mejor algunas CCAA, el Gobierno del Reino Unido, la administración Trump o Italia en la primera fase?" se preguntaba retóricamente.
El director de EL ESPAÑOL se mostraba esperanzado en los avances realizados con las vacunas y se atrevía a dibujar un escenario optimista. "Estoy seguro que dentro de un año la Covid empezará a ser historia y dentro de dos sólo la recordaremos por la dificultad en la convivencia, por las mascarillas y, sobre todo, por el recuerdo a los seres queridos que han fallecido.
Pedro J. no dudaba en decir sobre la vacuna que "me la pondría, desde luego, aunque ya no sé si la voy a necesitar, porque tengo anticuerpos, ya que pasé el virus muy al principio".
La "mediocre" Ley Celaá
Pedro J. Ramírez se mostraba enormemente crítico con la Ley Celaá, obra, decía, de una ministra "mediocre" que "quedará en el olvido". Remitiéndose al análisis publicado en este periódico por Cristian Campos, afirmaba que lleva camino de ser, y no solo por la exclusión del castellano como lengua vehicular, "la peor ley educativa de la democracia. Y está alto el listón. Todas han sido malas porque no han conseguido el consenso, y por tanto no han perdurado" sentenciaba.
En concreto sobre la marginación del castellano en el sistema educativo, mostraba su esperanza en que el Tribunal Constitucional estime los recursos que se van a presentar sobre la norma.
"El español es no solo nuestra lengua común, sino nuestro gran tesoro. Qué voy a decir yo, que soy el director de EL ESPAÑOL" subrayaba, recordanado que estamos ante una de "las tres lenguas más habladas del mundo".
EEUU y Marruecos
En el ámbito internacional, Ramírez celebraba como una "buena noticia para la comunidad internacional" la derrota de alguien "tan poco respetuoso de los derechos ajenos" como Trump y la victoria de "un centirsta moderado con experiencia internacional como Biden".
Sobre la tensión creciente entre Marruecos y el Frente Polisario y las discrepancias que puede generar entre Sánchez e Iglesias, quien ya se ha pronunciado a favor de un referéndum para el Sáhara Occidental, Ramírez lo atribuye a una jugada estratégica de Rabat. "Está aprovechando las contradicciones internas de nuestro Gobierno para, de alguna manera, tapar sus problemas causándonos a nosotros algunos".
"Cuidado con nuestro vecino del sur. Todos los gobiernos dicen siempre que las relaciones son magníficas pero no siempre ha sido así" reflexionaba con perspectiva histórica.