El Partido Popular ha salido en tromba a pedir la salida fulminante de Moncloa del vicepresidente segundo del Gobierno, Pablo Iglesias. El líder de los conservadores, Pablo Casado, ha pedido a través de sus redes sociales al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, que cese "de inmediato" a su 'número tres' en el Ejecutivo una vez que la Audiencia Nacional ha pedido al Tribunal Supremo investigarle por denuncia falsa, revelación de secretos y daños informáticos. "Debe cumplir la misma vara de medir que exigía en su moción de censura", añadió Casado.
Por su parte, fuentes de la formación morada señalan que no dan crédito: "Hace unos días la Audiencia Nacional, reclama a García Castellón que le devuelva la condición de perjudicado a Pablo Iglesias, y el juez responde pidiendo al Supremo que se le investigue”.
Una fuente cercana al vicepresidente segundo del Gobierno aseguraba a este periódico que hay que fijarse en que la sala de la Audiencia "corrigió al magistrado" en varios aspectos. No sólo apuntando a que debía volver a admitir a Iglesias como parte acusadora, sino "reconviniéndole" por excederse en su investigación, al ser ésta una pieza separada del caso Villarejo, en la que no se investigan otros presuntos delitos, "menos aún los de una persona en principio perjudicada y, además, aforada".
Por su parte, Pablo Echenique, portavoz parlamentario de la formación de Iglesias, afirma que García Castellón incluso se habría saltado el trámite de consultar a la Fiscalía antes de dictar el auto de apertura de procedimiento contra el vicepresidente segundo del Gobierno: "Contra Podemos y contra Pablo Iglesias vale todo", afirma Echenique. Y atribuye la posible imputación de su jefe a las políticas sociales que abandera: "Lo de siempre: hay que destruir a los que suben el salario mínimo y quieren poner un impuesto a la riqueza con la artillería que haga falta".
Pero el caso es que los populares llevan semanas pidiendo a Sánchez que saque de su gabinete al secretario general de Unidas Podemos. Casado endureció el tono contra el líder morado desde que Iglesias redobló sus críticas hacia la Monarquía. A finales de septiembre, los conservadores registraron en el Congreso de los Diputados una solicitud de reprobación contra Iglesias por "sus ataques a la Monarquía".
Además, Casado exigió también la salida del organigrama gubernativo del ministro de Consumo, Alberto Garzón, por acusar a Felipe VI de "maniobrar" contra el Gobierno. El Parlamento también recibió el registro de la comparecencia urgente del presidente del Gobierno, "el único responsable de tener en el Gobierno a un partido imputado por financiación irregular, defensor de la tiranía venezolana y aliado de los terroristas etarras e independentistas catalanes", añadió el líder del PP.
El presidente del PP y Sánchez tenían un pacto no escrito de renovar los órganos judiciales en verano, pero fueron precisamente los ataques a la Monarquía por parte de la vertiente podemita del Gobierno la que provocó que los conservadores rompieran cualquier principio de acuerdo si el jefe del Ejecutivo no cumplía con un requisito: que Unidas Podemos no formara parte de las negociaciones.
Para el PP, ese acuerdo de renovación de los órganos judiciales que llevan años en funciones saldrá adelante por un gran pacto que firme PP y PSOE, y deja fuera a los demás partidos políticos. Para los socialistas, es inevitable que Unidas Podemos pida su cuota de representación cuando forman parte del mismo Gobierno.