Vox ha denunciado este miércoles que Twitter ha suspendido la cuenta oficial del partido, de forma que no puede publicar mensajes, con el argumento de que ha emitido tuits que incitan al odio, aunque, según su versión, no es más que un ejercicio de censura que podría deberse a "presiones" del Gobierno.
Con esta actuación de la red social, que les insta a retirar uno de los textos publicados para recuperar la actividad de la cuenta, el partido no puede publicar tuits, ni retuitear, y solo se le permite enviar mensajes directos a sus seguidores.
Según ha explicado el diputado y vicesecretario de Comunicación de Vox, Manuel Mariscal, en varios mensajes en esta misma red social, la suspensión de la cuenta tiene origen en un intercambio de mensajes que se produjo el pasado sábado entre Vox y la portavoz del PSOE, Adriana Lastra.
En un mensaje, Lastra acusó a Vox de "retrógrado" por defender el control parental en los colegios, a lo que el partido de Santiago Abascal respondió asegurando que lo que no soporta Vox es que con dinero público se promueva la "pederastia", en referencia al programa Skolae en Navarra, donde Gobierna el PSOE.
A raíz de este último mensaje, Twitter comunicó este martes a Vox que no podrían publicar más mensajes alegando "incitación al odio", aunque le dio la opción de borrar el tuit polémico, algo a lo que la formación se ha negado.
Denuncian "censura"
"No lo haremos. Somos un partido legalmente constituido, somos tercera fuerza política en España, representamos a más de 3,6 millones de votantes y, como nosotros, miles de ciudadanos españoles están sufriendo la censura en Twitter y en otras redes sociales. Y decimos, 'Basta'", ha afirmado.
Además, según la versión de Vox, el mismo sábado, Twitter ya se puso en contacto con el partido para comunicarles que estaban recibiendo quejas sobre el tuit en cuestión, pero que no podían identificar ningún incumplimiento de las reglas de la red social.
Sin embargo, este martes acordó suspender la actividad de la cuenta del partido por "incitación al odio" o la difusión de "estereotipos de temor sobre una categoría protegida".
"¿Por qué Twitter cambió de opinión? ¿Recibió presiones de algunos 'lobbies'? ¿Tal vez, del propio Gobierno?", se pregunta Mariscal, que ha exigido a Twitter que explique públicamente por qué impide a Vox ejercer su derecho a la libertad de expresión, recogido en la Constitución y por qué mantiene cerrada la cuenta.