La preocupación de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado es máxima en Cataluña. No sólo por los disturbios y protestas que han tenido lugar las últimas semanas; también investigan el nacimiento de nuevos grupos violentos que preparan acciones de alta intensidad. Organizados y coordinados, idean sabotajes en infraestructuras críticas de Cataluña.
Fuentes de Seguridad del Estado consultadas por EL ESPAÑOL señalan las pesquisas sobre otros grupos independentistas "ultrarradicalizados" con intenciones de perpetrar sabotajes relevantes. Tienen estructuras definidas y su modus operandi es similar al de los CDR y Tsunami, aunque el número de componentes puede variar en cada uno de los casos. Además, escogen nombres para bautizar su agrupación.
Su intención es perpetrar acciones contra infraestructuras críticas, generalmente alejadas de núcleos urbanos para moverse con mayor libertad. Los objetivos los escogen en función de las alteraciones públicas que puedan suponer. No tienen por qué estar necesariamente en las inmediaciones físicas en las que operan.
Del ERT a Segona Onada
Existen antecedentes conocidos. El operativo que la Guardia Civil explotó el pasado mes de septiembre y que se saldó con la detención varios miembros de los CDR -se hacían llamar Equipo de Respuesta Táctica (ERT)- arrojó conclusiones preocupantes para los investigadores.
En algunas de las conversaciones intervenidas, y que constan en el sumario al que ha tenido acceso EL ESPAÑOL, los detenidos hablaban de otro grupo con estructuras similares a las suyas. Les llamaban Los Escamots.
El nombre no es casual. Traducido en castellano como Los Comandos, remite a un grupo paramilitar con la misma denominación que se creó en Cataluña en la década de 1920. Este nuevo grupo tendría su base de operaciones en la zona de Vic y tendrían intenciones de actuar este mes de diciembre -siempre siguiendo el relato de los CDR detenidos-.
Pero hay más. Tras las tres jornadas de disturbios en la frontera entre España y Francia, con cortes en la AP-7 a la altura de La Junquera, los Mossos d'Esquadra frustraron un intento de sabotaje de las vías del AVE en la localidad gerundense de Bàscara. Entre los vehículos identificados figuraba un Chevrolet Captiva de color negro propiedad de Carola Torra Miró, hija del presidente catalán Quim Torra.
Además de esta información, los investigadores recabaron datos relevantes. Entre otros, que el sabotaje iba a ser perpetrado por un grupo autodenominado Segona Onada [Segunda Ola, en castellano], compuesto por varios miembros de los CDR. Este grupo tendría intenciones de prolongar la inestabilidad más allá del calendario planeado por Tsunami Democràtic.
Tensión constante
El objetivo de estos grupos radicales es mantener la tensión de forma constante en las calles de Cataluña y presionar al Estado para alcanzar sus fines políticos. También actuar ante determinados acontecimientos destacados y autoerigirse en la voz dominante del independentismo.
En el frente de los investigadores, tanto de la Guardia Civil como de los Mossos d'Esquadra, caben varias preguntas: cómo han surgido estos grupos, de dónde han adquirido sus conocimientos y qué tipo de financiación sufraga sus actividades. Y el principal objetivo policial, por supuesto, es anticiparse a sus acciones de alta intensidad.