Pedro Sánchez está de acuerdo con los partidos independentistas en que en Cataluña hay "un problema de democracia", pero no en el sentido en el que ellos aseguran. "Cuando Torra, o Pere Aragonés, hablan de que el problema de Cataluña es un problema de democracia, yo lo comparto, pero no el problema de democracia que ellos dicen. Es un problema de democracia porque ahora mismo al frente de las instituciones catalanas hay responsables políticos que no reconocen la legalidad constitucional y estatutaria, que se la quieren saltar. Hacen llamamientos al diálogo y lo que hacen es presentar resoluciones en el Parlament de Cataluña contraviniendo las sentencias del Tribunal Constitucional", según él.
Así se ha pronunciado Sánchez este viernes en una entrevista en La Sexta en la que ha reclamado de nuevo a Torra que "condene de manera rotunda" la violencia en Cataluña. "No ha hecho una condena a la violencia, lo que está haciendo es señalar a los Mossos d'Esquadra", ha dicho el jefe del Ejecutivo.
Sánchez ha dicho que "nunca" ha tenido "ningún problema en hablar por teléfono" y "conversar" con Torra, que asegura haberle llamado cinco veces sin haber obtenido respuesta. Sin embargo, antes de hablar con él, el president de la Generalitat "tiene que hacer algunas otras llamadas de tarifa urbana, antes de la interurbana" y conversar con la Cataluña no independentista y sus dirigentes.
El presidente del Gobierno ha vuelto a descartar de manera indirecta los indultos. "La sentencia está para ejecutarse y para cumplirse en su totalidad" y, de forma más rotunda, la amnistía que reclaman los partidos independentistas porque "es inconstitucional" e "ilegal". "El independentismo está atrapado en su propia mentira", ha dicho Sánchez.
"Vergüenza" en el hospital de Barcelona
El presidente en funciones ha comentado también su visita exprés a Barcelona el lunes. En el hospital Sant Pau fue abucheado por trabajadores del centro, con bata blanca y algunos con carteles, que protestaron contra él mientras abandonaba el centro.
"No me recibió ni la dirección del hospital público", ha lamentado, reivindicando al policía nacional y su mujer, procedentes de Vigo, a los que visitó. "Sentí vergüenza, tristeza" por cómo lo recibieron, ha dicho, señalando "órdenes de la Generalitat".
El jefe del Ejecutivo ha lamentado que los policías y mossos heridos "no han recibido ni una llamada ni el arrope de las instituciones catalanas" por defender la convivencia y la seguridad en las calles.