Pedro Sánchez seguirá siendo el presidente del Gobierno en funciones mientras España se asoma peligrosamente a la segunda repetición electoral en cuatro años. El candidato del PSOE ha mordido el polvo en su intento de ser investido presidente al naufragar en la segunda votación, para la que sólo necesitaba una mayoría simple en el Congreso de los Diputados.
El desacuerdo con Unidas Podemos por la composición del Gobierno, que ha motivado una negociación a través de ofertas cruzadas en los medios de comunicación, contra reloj hasta la misma mañana del jueves, ha frustrado la conformación del primer Gobierno de coalición de izquierdas desde la Transición.
Ahora, el Rey iniciará consultas y decidirá, en función de las posiciones de cada partido, si propone a Sánchez (o, teóricamente, a otro candidato) antes de que el 23 de septiembre se disuelvan las Cortes y se convoquen nuevas elecciones. Ese día es el último para que un candidato logre la investidura.
Sánchez sólo recibe un sí extra del PRC
Sánchez sólo ha logrado los apoyos de los 123 diputados del PSOE y el del único diputado del Partido Regionalista de Cantabria (PRC). 124 en total. En contra ha recibido 155, los de PP, Ciudadanos, Vox, Junts per Catalunya, Coalición Canaria y Navarra Suma. Unidas Podemos, ERC, PNV, EH Bildu y Compromís se han abstenido (67 en total). Cuatro diputados, los independentistas procesados ante el Tribunal Supremo, no pudieron emitir su voto al estar suspendidos.
Finalmente, la posición de Unidas Podemos ha sido determinante, ya que ERC y EH Bildu anunciaron cuatro horas antes de la votación que se abstendrían como un último grito en favor del acuerdo entre Sánchez y Pablo Iglesias. Después llegó una contraoferta de Unidas Podemos, que incluía una vicepresidencia y varios ministerios, entre ellos el de Trabajo, y finalmente el "no" del PSOE.
Los argumentos de Sánchez
Sánchez ha desplegado un discurso demoledor contra Iglesias. "Si el problema no es el programa, ¿cuál es el problema? Lo dijo en la tribuna el señor Iglesias: los ministerios", ha dicho. "Pronto advertí que el programa era una cuestión muy secundaria para usted, señor Iglesias", ha añadido. "No conozco ningún precedente de alguien que se sienta humillado ante la oferta de una vicepresidencia del Gobierno o un ministerio", ha dicho. "No hay humillación, hay una oferta de una vicepresidencia social y de distintos ministerios de hondo alcance social", según él.
El candidato socialista ha tratado de poner a Iglesias en su sitio asegurando que su partido no está preparado para gobernar. "No se puede poner la Hacienda pública, el dinero de los españoles, en manos de alguien que jamás ha gestionado un Presupuesto", ha dicho. "Sigue sin querer entender que hace falta un Gobierno. UN Gobierno. Un Gobierno coherente y cohesionado. No dos Gobiernos en un Gobierno", según él. La frase ha cosechado un largo aplauso de la bancada socialista.
"Si para ser presidente del Gobierno tengo que renunciar a mis principios, formar un Gobierno a sabiendas de que no será útil a mi país, entonces usted está en lo cierto. Yo no seré presidente ahora. Si me obliga a elegir entre la presidencia del Gobierno de España que no serviría a España y mis convicciones, yo no tengo ninguna duda. Elijo mis convicciones", ha dicho.
Iglesias hace una propuesta in extremis
El candidato de Unidas Podemos, por sorpresa, ha hecho una propuesta in extremis. "Renunciamos al ministerio de Trabajo si ustedes nos ceden las competencias para dirigir las políticas activas de empleo", ha dicho durante su discurso tras recibir un mensaje de alguien "importante" y con "autoridad moral" en el PSOE.
Al escucharlo, el presidente del Gobierno en funciones ha bajado la mirada y ha negado con la cabeza. La ministra de Trabajo, Magdalena Valerio, sonreía.
"Es muy difícil negociar en 48 horas lo que no se ha querido negociar en 80 días" ha dicho el líder morado, cariacontecido mientras escuchaba a Sánchez o al intervenir desde la tribuna. Iglesias ha pedido a Sánchez que reflexione sobre si "en las últimas semanas se ha referido a con el respeto que debería tener hacia un socio de Gobierno".
También ha lamentado que, en el documento distribuido a los medios, el PSOE haya cambiado "propuestas" por "exigencias" en el encabezado. "Una negociación de Gobierno merece al menos no ser cutre", según él.
"Lo único que pedimos son competencias, no sillones", ha dicho. "Aceptamos un veto personal aunque no tenga precedentes" o renunciar a los ministerios de Estado, ha dicho hasta llegar a la última contraoferta hecha en la mañana de este jueves. "Todavía estamos a tiempo de salvar esta sesión de investidura", ha implorado.
Casado: "Un espectáculo bochornoso"
El líder del Partido Popular, Pablo Casado, ha intentado mostrar su faceta de estadista y hombre de Estado en su intervención. "Aunque usted y su partido merece todo nuestro respeto, su candidatura no merece nuestro apoyo". Con un tono calmado y serio, le ha afeado a Sánchez el devenir de las negociaciones. "El espectáculo ha sido bochornoso. Han sometido a España a un zoco de vanidades que no merecemos. Y aún no sabemos quién ha perdido el regateo de un mercado persa de sillones", ha comentado.
"Han demostrado que son incapaces de pactar para construir, sólo para destruir, como en la moción de censura. Si no fuera tan letal para España esto produciría hilaridad", ha afirmado Casado. Pero ha vuelto a mostrar su apoyo al PSOE en cuestiones de Estado. "Les hemos tendido la mano, con once pactos de Estado, que seguimos manteniendo. Como dijo Maura, por mí que no quede".
El presidente del PP ha repasado todas las posturas que ha mantenido su formación desde el 28-A. "Desde el principio no hemos engañado a nadie: hemos acudido a las reuniones a las que nos han convocado, hemos dicho a la opinión pública nuestra posición, hemos sido responsable con nuestros compatriotas, pero exigían un cheque en blanco", ha indicado. "Pero no puede pretender seguir jugando a la ruleta rusa con nuestro futuro y que encima nosotros pongamos la bala".
Rivera: "España como un botín"
En contraposición, el presidente de Ciudadanos, Albert Rivera, ha subido a la tribuna repitiendo el argumentario de la anterior sesión del debate de investidura. "Menudo espectáculo, señor Sánchez. La que nos ha liado usted y su banda. Ustedes han tratado España como un botín, pero España no es un botín para repartirse ni sus carteras ministeriales".
"El plan Sánchez era esto: llegar al final y repartirse el botín. El problema es que la banda no se ha puesto de acuerdo en cómo hacerlo. Por un ministerio", ha calificado. "No se han peleado por las políticas, que les importan un bledo, sólo se han peleado por los sillones". Así, en opinión de Rivera, "España a pesar de la banda de Sánchez, a pesar de su gobierno, saldrá adelante. Lo formen hoy, en septiembre o cuando sea".