El pleno en el que Susagna Riera (JxCat) debía ser escogida alcaldesa de Santa Coloma de Farners, el municipio en el que el presidente de la Generalitat de Cataluña, Quim Torra, tiene a su familia, tras un pacto con PSC e Independents de la Selva (IdS), se ha aplazado a las 22:00 horas para buscar alternativas a este acuerdo.
En una situación de máxima tensión, los representantes de ERC, la formación ganadora en las urnas, han manifestado públicamente que Torra les llamó la pasada noche para intentar evitar la presencia de los socialistas en el gobierno municipal y conseguir una alianza entre soberanistas.
Esos mismos concejales han explicado que les constaba que el presidente de la Generalitat había contactado también con los integrantes de la lista de JxCat, y han calificado el acuerdo de Riera como el de la "vergüenza".
En un momento del pleno, en el que se debía proclamar a la nueva alcaldesa, familiares de Quim Torra han llegado a descolgar su retrato del salón de plenos.
Susagna Riera ha salido al paso asegurando que éste no la había apoyado ni durante la campaña ni durante las negociaciones y que ella representa a Carles Puigdemont.
Toda esta situación ha estado acompañada de gritos del público presente, que ha recordado a Riera que Santa Coloma de Farners es "el pueblo" de Torra.
Emplazamiento del pleno entre lágrimas
ERC también ha subrayado esta circunstancia y le ha preguntado a la candidata de JxCat si "de verdad" los de su propio grupo pactarían "con los del 155".
El público ha pedido a voces que se diese marcha atrás al acuerdo con PSC e IdS, y ERC ha lanzado la propuesta de repartirse la alcaldía con dos años para cada formación.
Susagna Riera ha confirmado entonces que habló la pasada medianoche con Quim Torra e IdS ha explicado que puso sus concejales a disposición del 'president' para facilitar un acuerdo entre JxCat y los republicanos.
Riera ha acabado llorando ante los gritos de "rompe el pacto" y se ha procedido a votar el aplazamiento del pleno hasta las 22:00 horas, lo que ha sido aprobado por quince votos a favor, uno en contra y una abstención, con el objetivo de que los grupos municipales tengan más tiempo para negociar entre ellos.