Están procesados por rebelión y sedición por intentar la autodeterminación de Cataluña, pero serán Diputados en el Congreso de los Diputados. Oriol Junqueras (ERC), Jordi Sànchez, Josep Rull y Jordi Turull (Junts per Catalunya) formalizaron este lunes entre fuertes medidas de seguridad su condición de parlamentarios en el Congreso de los Diputados que se constituye este martes.
Los cuatro dirigentes independentistas salieron de la cárcel de Soto del Real, pero no para acudir al Tribunal Supremo, como hacen varios días por semana para ser juzgados por rebelión, sedición y malversación. Utilizando una entrada discreta y custodiados por agentes de paisano, llegaron hasta la primera planta del Congreso de los Diputados para entregar las credenciales emitidas por la Junta Electoral Central y así acreditarse como nuevos diputados.
Junqueras colgó un vídeo en su cuenta en Twitter desde una de las salas. "Estoy en el Congreso rodeado de amigos y compañeros. Es un privilegio extraordinario. Les explicaba que cuando les veo en la televisión y son 15 siento un orgullo infinito. ¡Hay que ganar el domingo y llevar al país a la libertad!".
Decenas de periodistas se agolpaban ante las salas en las que cumplimentaron los formularios, facilitaron sus datos personales y se convirtieron en diputados. Compañeros de sus respectivos partidos los abrazaron y los acompañaron en todo momento. "¡Son diputados incomunicados!", exclamaba uno de ellos, lamentando que no les hayan facilitado el teléfono móvil o la tableta.
Tampoco dispondrán de tarjeta para abonar taxis para desplazarse en Madrid, claro. Son diputados, pero también están en prisión provisional y están sometidos al régimen interno del centro penitenciario. Su situación hará también que tras la sesión constitutiva del Congreso y del Senado de este martes, no puedan ejercer como diputados, acudir a plenos o comisiones o votar, según lo decidido por el Tribunal Supremo para conciliar tanto sus derechos fundamentales como su situación procesal.
"¿Cómo están?", les gritó desde fuera del cordón uno de los periodistas. "¡Muy bien!", respondió Rull, mientras Sánchez hacía un gesto de aprobación.
Diputados de otros partidos que acudían a una reunión de la Diputación Permanente (el órgano de guardia del Congreso) se extrañaban de la expectación sin saber muy bien por dónde debían acceder a la Sala Constitucional adonde se dirigían. Alberto Garzón (IU), que coincidió con los cuatro presos en las salas donde se hace el papeleo, describía un ambiente sin tensiones dentro de las salas. "Hay que normalizarlo", aseguró mientras se dirigía a otra reunión.
Los cuatro diputados estuvieron más de una hora haciendo los trámites, como cualquier otro diputado, exceptuando las limitaciones de su situación de prisión provisional. Aunque se les fue entregada la cartera de diputado, se la tendrán que guardar sus compañeros, porque no se la pueden llevar al centro penitenciario. Allí se dirigieron, tras formalizar su nueva condición, sin dilación y sin poder hacer declaraciones a la prensa por orden judicial.
Raül Romeva, por su parte, ha acudido al Senado, donde se le ha podido ver pasadas las 10.00 horas de la mañana y ha permanecido diez minutos en la Sala Clara Campoamor para presentar sus credenciales como parlamentario en la Cámara Alta. "Somos políticos, hacemos política y la seguiremos haciendo. Hoy he recogido el acta, pero no sólo el acta. Gracias a todas y a todos por el cariño. ¡Adelante!"
Los presos elegidos, que están siendo juzgados por el proceso independentista catalán, podían haber delegado en un intermediario la entrega de sus credenciales, pero pidieron permiso a la Sala Segunda del Tribunal Supremo y ésta les autorizó a hacerlo personalmente.
La providencia dictada por el Supremo estableció que los cuatro diputados presos tuviesen condiciones similares a las que había fijado el tribunal para el día de la constitución de las Cortes Generales.
Todos ellos debían "ser debidamente custodiados y adoptarse por la Presidencia de ambas cámaras las decisiones oportunas para que dichos trámites se practiquen sin dilación y para que sean reintegrados al centro penitenciario a la mayor brevedad posible".
El dispositivo policial
Dado que los trámites que hicieron los diputados electos para recoger sus actas incluyeron la entrega de distinta documentación, la cumplimentación de hasta tres declaraciones escritas (de bienes, de actividades y de intereses económicos), e incluso posar para la fotografía de la ficha oficial del Congreso, los policías de la Cámara les acompañaron por todo el recorrido a través de sucesivas dependencias.
Además, la providencia del Supremo dejó claro que ninguno de ellos podía ese día mantener reuniones o comparecer ante los medios de comunicación, y nada más terminar su trámites debían ser devueltos a la prisión "sin dilación".
Tampoco podrán contactar con la prensa este martes, cuando acudirán al Congreso para asistir a la sesión constitutiva y, al igual que el resto de sus señorías, jurar o prometer la Constitución para adquirir la condición plena de diputado.
El martes, en la segunda jornada, los cuatro presos serán llevados al hemiciclo y allí permanecerán mientras dure la sesión, sin salir a los pasillos. Tampoco hará falta porque el Salón de Plenos cuenta con servicios y hasta con una cafetería.
Estando dentro tendrán libertad de movimiento y subirán y bajarán al menos tres veces las escaleras del hemiciclo para participar en las sucesivas votaciones para la nueva Mesa del Congreso. Eso sí, nada más acabar la sesión deberán regresar a prisión.