La Guardia Civil, en colaboración con el Servicio de Inteligencia francés, ha detenido al histórico dirigente de ETA, máximo responsable de su aparato político, José Antonio Urrutikoetxea, más conocido como Josu Ternera. Fuentes del Ministerio de Interior han confirmado a EL ESPAÑOL que el miembro de la organización terrorista ha sido capturado en la localidad francesa de Sallanches de los Alpes franceses. Tiene una pena pendiente de 8 años de prisión en el país francés y podrá ser entregado a España para responder ante diversos delitos en la Audiencia Nacional.
La detención se ha llevado a cabo en el aparcamiento del hospital de Sallanches donde recibía tratamiento desde hacía un tiempo, según ha explicado el alcalde de esta localidad de los Alpes franceses.Tras el arresto, Ternera ha sido hospitalizado según ha confirmado la Fiscalía de París. Pocas horas después, ha sido trasladado a la prisión francesa de Bonneville, dónde estará un máximo de cuatro días hasta que sea trasladado a París.
El ministro del Interior en funciones, Fernando Grande-Marlaska, ha pedido cautela sobre el estado de salud del histórico etarra: "Ha sido detenido en la calle, caminando y en un aparcamiento. Podemos inferir que su salud es razonable".
Josu Ternera, nacido en la localidad vizcaína de Miravalles hace 68 años, llevaba huido de la Justicia desde noviembre de 2002. Su detención ha sido posible gracias a la estrecha colaboración entre los servicios de Información de la Guardia Civil y del departamento de Interior de Francia, señalan fuentes del Ministerio de Interior. El prófugo residía en la localidad de Saint Gervais les Bains, a muy escasa distancia de la frontera entra el país galo, Suiza e Italia.
"Los esfuerzos desarrollados han sido una labor permanente que se intensificó a raíz de su participación en el último comunicado de ETA el día 3 de mayo de 2018. Han sido muchas las pistas seguidas para la localización del terrorista hasta su localización en los Alpes franceses", señalan desde el Ministerio de Interior.
Durante años ha ocupado algunos de los puestos más destacados de la organización. Según fuentes de la lucha antiterrorista, entró en ETA a finales de los años 60 o a principios de los 70; concretamente, a la rama ETA V-Asamblea. Desde entonces fue escalando puestos dentro de la banda hasta ocupar su dirección tras la muerte, en 1987, de Txomin Iturbe.
No es la primera vez que Ternera es detenido en el país vecino; ya fue capturado en 1989 y condenado a varios delitos vinculados al terrorismo. Tras quedar en libertad, ingresó en las listas de Euskal Herritarrok, heredera de Batasuna, y fue elegido en 1998 como diputado de la Cámara vasca. Citado a declarar por varios atentados perpetrados por ETA bajo su dirección -principalmente el de la casa cuartel de Zaragoza, con 11 muertos- , finalmente terminaría dándose a la fuga.
Delitos de lesa humanidad
El juez de la Audiencia Nacional, Juan Pablo González, procesó por un delito de lesa humanidad en 2014 a Josu Ternera y a otros cuatro dirigentes de ETA: Garikoitz Aspiazu, Txeroki, Mikel Karrera, Ata, Ángel Iriondo, Gurbitz, y Aitor Elizarán Aguilar.
A raíz de una querella presentada contra ellos Dignidad y Justicia, el magistrado les consideró los máximos responsables de los crímenes de ETA cometidos desde el año 2004, cuando se introdujo en el código Penal el delito de lesa humanidad.
Entre los atentados que se contemplaban estaban el de la T-4 del aeropuerto de Barajas en 2006, donde fallecieron Carlos Alonso Palate y Diego Armando Estacio, los asesinatos del concejal del PSOE, Isaías Carrasco y del empresario Ignacio Uría o el del inspector de Policía Eduardo Puelles.
Josu Ternera sería, además de máximo dirigente de los atentados, el autor de dos de los asesinatos, según la Audiencia Nacional. La Sala de lo Penal tenía pendiente procesarle por los delitos de lesa humanidad al estar huido después de que la jueza Carmen Lamela decidiera llevar a juicio por este delito a los cinco acusados.
Fuentes policiales atribuyen a Josu Ternera un papel destacado en varias negociaciones con el Gobierno; tanto en las de Argel de 1989, como con las de José Luis Rodríguez Zapatero.
Al detenido en Francia se le atribuyen algunas de las decisiones más destacadas de la organización terrorista de las últimas décadas, si bien en los últimos años había perdido peso en la toma de decisiones, según ha sabido este diario.
Su captura, no obstante, tiene una fuerte relevancia judicial y simbólica, habida cuenta que muchos asesinatos perpetrados por ETA se cometieron bajo su dirección. Destacan los atentados de la madrileña Plaza Dominicana, en la que fueron asesinados 12 guardias civiles y más de 60 personas resultaron heridas.