El juez del caso Villarejo, Manuel García Castellón, ha citado mañana como testigo al presidente del grupo Zeta, Antonio Asensio, en relación con el robo del móvil a una asesora de Podemos y cuyos datos acabaron en poder del excomisario, que admitió que elaboró un informe y dio traslado a sus superiores.
La citación de Asensio se produce después de que la pasada semana declarara como perjudicado el líder de Podemos, Pablo Iglesias, que señaló que el presidente del Grupo Zeta le entregó la tarjeta de móvil que le fue sustraída a la asesora del partido en 2016, han informado a Efe fuentes jurídicas.
Por estos hechos, también ha declarado como investigado el propio Villarejo, que explicó que una copia con los datos del teléfono en un pendrive llegó a la redacción de la revista Interviú, que consideró que el contenido no era publicable y su entonces director, Alberto Pozas (aunque no citó su nombre), se lo hizo llegar al excomisario.
Con el contenido del pendrive, según su declaración, elaboró un informe que elevó a sus superiores en el que señalaba que no tenía "interés policial" y lo archivó, como hacía con todos sus trabajos.
Villarejo se desvinculó también de la autoría del informe PISA (Pablo Iglesias Sociedad Anónima) sobre la presunta financiación iraní de Podemos, y que aparentaba haber sido elaborado por la UDEF, pero no llevaba firma ni sello, por lo que fue rechazado en todos los tribunales.
Apuntó a que la exvicepresidenta del Gobierno de Rajoy, Soraya Sáenz de Santamaría, conocía de la elaboración de ese informe con el que, según el excomisario, se trataba de frenar el ascenso de Podemos en detrimento del PSOE.
Durante el interrogatorio se le preguntó quién había sido el autor del informe y Villarejo dio el nombre de un policía.
Informe 'PISA'
El informe PISA fue elaborado en 2016, poco después de las elecciones generales y de que unos meses antes a una colaboradora de Podemos, Dina Bousselham -asistente de Iglesias cuando era eurodiputado- le sustrajeran el móvil con datos que afectaban al partido.
Un robo en el que, según la versión de Villarejo, él no tuvo nada que ver sino que se debió a un acto de venganza o despecho de esa trabajadora de Podemos.