Albert Rivera ha protagonizado un histórico mitin en Alsasua (Navarra), donde dos guardias civiles fueron agredidos el año pasado por decenas de personas mientras disfrutaban de su tiempo de ocio en un local con sus parejas. Cuando el líder de Ciudadanos llegó en coche a la localidad, fue recibido con piedras por decenas de radicales que gritaban "¡Españoles, hijos de puta!".
Para ellos fueron algunas de sus primeras palabras. "Yo, como demócrata, estoy dispuesto a escuchar a los que nos han tirado piedras. Pero no estoy dispuesto a que nos tiren piedras", ha proclamado.
"No estoy dispuesto a que nos impongan lenguas sino a convivir con distintas lenguas", porque esa es la diferencia entre "la democracia y el nacionalismo", según él. "Para mí, y lo digo sin gritar y sin aspavientos, los valores de la democracia hoy se están demostrando incompatibles con los contravalores del nacionalismo. La democracia es libertad, el nacionalismo es imposición. La democracia es igualdad, el nacionalismo es privilegio. La democracia es unión, el nacionalismo es división. La democracia es respeto a las reglas de juego, el nacionalismo es quebrarlas".
Rivera, que el viernes sufrió una lesión mientras practicaba deporte, no se quiso perder el acto, al que accedió con una visible cojera. Fue aclamado en varias ocasiones al grito de "presidente". En el acto se ha referido a los guardias civiles atacados en Alsasua y ha pidió seguir denunciando los abusos.
"Cuando agreden a un guardia civil, están agrediendo a la Constitución. Cuando agreden a un funcionario del Estado, están intentando liquidar al Estado", ha dicho. "No podemos de dejar de escandalizarnos ante el escándalo", según él. "El día que los demócratas seamos indiferentes ante los que violen la democracia, ese día se acabará la democracia".
Por eso ha pedido seguir haciendo actos incluso ante la presión de los radicales. "No dejemos de pisar cualquier pueblo de nuestro país porque unos pocos radicales lo intenten evitar", ha dicho.
Gran acto el 25 de noviembre en Madrid
Rivera también ha anunciado el próximo acto de su plataforma España Ciudadana. "Será el 25 de noviembre donde estáis todos invitados a decir sí a la Justicia, no a los indultos", ha dicho en una clara alusión a Pedro Sánchez, a quien el miércoles preguntó si estaba dispuesto a conceder la medida de gracia a los líderes del procés en caso de que sean condenados. No recibió respuesta por parte del presidente.
"Los indultos son inmorales", ha dicho antes de comprometerse a que, si es presidente, respetará lo que diga la Justicia, tanto en un sentido o en otro.
Según él, se han hecho "demasiados sacrificios para que ahora, por un puñado de escaños, alguien le de impunidad a los que han intentado dar un golpe".
"El Gobierno no puede destrozar la justicia de este país avanzando indultos antes de que haya condenas", ha pedido.
Savater: "Todos los imbéciles son de alguna parte"
En su intervención, el filósofo Fernando Savater ha defendido la identidad compartida de los españoles. "La convivencia se estropea por las identidades y se une con la ciudadanía. Es la ciudadanía lo que hay que defender, es la ciudadanía lo que nos protege", ha pedido, asegurando que "el primer paso para conseguir una Europa unida es una España unida".
El filósofo ha cargado contra los que quieren anexionar Navarra al País Vasco. "Navarra ya está unida con el País Vasco, y está unida con Andalucía, con Extremadura… porque eso es España, la unidad de todos los pueblos de España. Eso es la unidad española", ha dicho, cosechando un gran aplauso.
Savater ha abogado por un "cosmopolitismo liberador" frente a la "leyenda" o el "terruño". Todos los imbéciles son de alguna parte, pero lo imbécil no es que sean de alguna parte sino que es lo primero que te dicen: de dónde son".
También ha defendido a las fuerzas de seguridad porque, según él, salvaguardan los valores compartidos. "Los que quieren despachar a la Guardia Civil, quieren despachar a la ciudadanía", ha proclamado.
"¡Que no se rían de nosotros!"
El acto comenzó con la intervención de Beatriz Sánchez, víctima del terrorismo, que relató su historia muy emocionada.
Sánchez, "orgullosa hija de guardia civil", se despertó el día de su cumpleaños en 1987, cuando tenía cinco años, con un atentado en la casa cuartel de Zaragoza en la que residía, donde murieron 11 personas y 88 resultaron heridas. "ETA decidió celebrar mi cumpleaños con fuegos artificiales", lamentó.
"Cuando me preguntan qué edad tengo, digo equis más cinco", ya que cuando volvió a nacer, el día que sobrevivió al atentado, tenía cinco años, ha explicado.
Sánchez ha pedido que los condenados por terrorismo "cumplan sus condenas íntegras, sin beneficios de ningún tipo", y ha pedido a los gobernantes "que no se dejen engañar" por una disolución que ella no se cree. Entre otras cosas, porque fue anunciada por Josu Ternera, uno de los responsables del atentado en Zaragoza. "No permitan que reciban a los terroristas como héroes", ha pedido. "¡Que no se rían de nosotros!"
PP, Ortega Lara y Santiago Abascal
En el acto también han participado otras víctimas de ETA, como José Antonio Ortega Lara, el funcionario de prisiones secuestrado durante más de 500 días entre los años 1996 y 1997.
Varios cargos del PP, entre ellos Ignacio Cosidó, portavoz en el Senado y director general de la Policía durante cinco años, se acercaron al acto.
Santiago Abascal. líder de Vox, se encontraba entre el público, así como representantes de asociaciones de víctimas del terrorismo, como la AVT, y de las fuerzas armadas, como Jusapol o la Asociación Unificada de Guardias Civiles, además de otros colectivos, como Sociedad Civil Catalana.
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