Las palabras quedaron registradas en el pleno que el pasado 15 de marzo se celebró en el Ayuntamiento de Albox (Almería). El alcalde, Francisco Torrecilla, reconocía a las preguntas de la oposición que no había pedido permiso alguno para esparcir 6.000 metros cúbicos de hormigón en una rambla que ni siquiera es de su competencia y que depende directamente de la Consejería de Medio Ambiente. "Mire usted, el homigonado hice un carril, después hice otro y después lo terminé. Qué vas a pedir autorización si no te la van a dar. Cualquier día me levantaré y haré un carril... pues enfrente [...]Si quiere me lleva a la Fiscalía de Medio Ambiente [...] Que vengan y lo quiten".
Así, desde su silla de alcalde, Torrecilla mostraba una absoluta indiferencia a la falta de legalidad de su decisión. A su lado la secretaria del Ayuntamiento, la figura encargada de controlar que las resoluciones municipales cumplan la legalidad vigente, en lugar de tomar nota afear esta conducta, esboza varias sonrisas. Una actitud similar a la que toma la secretaria personal del alcalde, a la derecha de la imagen y que llega incluso a taparse la cara mientras mira al papel en el que escribe para no desvelar su mueca.
No es la primera vez que Torrecilla, líder de una escisión municipal de Ciudadanos llamada Cilus (Ciudadanos Libres Unidos) protagoniza momentos cuestionables durante el pleno. Y todo en un ayuntamiento que lleva cuatro alcaldes en tres años y se ha convertido desde la última legislatura en la casa de los líos.
De hecho, Torrecilla es el único concejal electo de su partido, pero el PSOE, con nueve ediles tras las elecciones le dio su apoyo para quitar la alcaldía al Partido Popular tras el cese de su cabeza de lista que dejó el consistorio ocho contra ocho.
Por eso, los compañeros de gobierno de Torrecilla son también su principal oposición ideológica. De hecho, en el vídeo que hoy reseña EL ESPAÑOL y que fue emitido por Levante TV, el canal encargado de grabar los plenos, el resto de los concejales con competencias municipales ni siquiera están, ya que se levantaron en protesta por la actitud del alcalde y después de soltar varios improperios.
La polémica por el hormigonado ilegal arrancó cuando Medio Ambiente multó al Ayuntamiento por una infracción de la Ley de Aguas de Andalucía. Pero lejos de arrepentirse, el alcalde reconoce que "cualquier día" se levantará y hará "un carril enfrente.". "Que quiere llevarme a la Fiscalía de Medio Ambiente. Pues mire usted. A la Fiscalía. Adelante. Qué vamos a hacer. Y si no, pues mire usted, que vengan y lo quiten ellos. El del río que lo quite. Yo no lo voy a quitar", prosigue el primer edil, que para publicitar su pueblo publica en facebook un vídeo con un masaje calipar.
Pago a un concejal del PSOE
En este mismo pleno y en medio del entuerto político que vive Albox, es el propio alcalde quien reconoce que de las cuentas de su partido salieron 1.750 euros para pagar a un concejal del PSOE. Una de las personas que con su voto mantiene a Torrecilla en el poder.
Fue en Septiembre, cuando uno de los concejales liberados del PSOE, según la versión del alcalde, dejó de tener la nómina que cobraba como trabajador municipal para pasar a ser concejal. Pero el pleno se retrasó, por lo que el edil dejó de percibir ese mes tanto el dinero como empleado como el el sueldo de político. Así que como el PSOE no lo hizo, Torrecilla tiró de las cuentas de su partido y le pagó 1.750 euros al concejal socialista. Algo que varios letrados analizan ya para determinar si se trata solo de una actitud llamativa (más si cabe al tener en cuenta la aritmética política que mantiene al alcalde en el cargo) o de una conducta constitutiva de un presunto delito.