A media tarde del domingo, el embajador de España en Argentina decepcionaba a quienes ya hablaban de conspiración: "No habrá autopsia a José Manuel Maza". "Ha sido una desgracia, nadie ha sospechado nada raro", relata un miembro de la delegación que viajó con el Fiscal General a Sudamérica. Esta misma fuente reitera que en "ningún momento" se ha pensado que la muerte de Maza no fuera "natural".
María Castellano, catedrática de Medicina Legal y Forense de la Universidad de Alcalá de Henares, asegura a EL ESPAÑOL que toda muerte "súbita" o "repentina" se califica de "sospechosa" hasta que una autopsia o las evidencias clínicas demuestran lo contrario. En este sentido, la familia del fallecido se ha mostrado "conforme" con el parte del hospital. De ahí que el embajador anunciara que no habría examen póstumo. Hasta tres fuentes oficiales consultadas en Argentina explican: “No se hará autopsia porque los médicos certificaron las causas de la muerte”.
La atención de la clínica Bazterrica donde ingresó el Fiscal fue "generosa", "completa" y "rigurosa". "El médico que dirigió el tratamiento es uno de los mayores expertos en este tipo de casos", confirman a este periódico en el entorno de Maza.
Las cojeras del bulo
Aquellos que tacharon su muerte de "asesinato" nunca han aportado pruebas. Su bulo exasperó a la Fiscalía por su inoportunidad en un momento tan delicado.
Hasta tres doctores con una trayectoria acreditada en el tratamiento de enfermedades infecciosas afirman a EL ESPAÑOL que los fabricantes de la mentira sabían que la toxina Shiga es capaz de desencadenar un fallo renal similar al que se llevó la vida de Maza. Emplearon elementos falsos, pero científicamente posibles, para auspiciar el rumor del envenenamiento.
Fuentes jurídicas aseguran que aunque el deseo de la familia fuera el de no practicar la autopsia, la Justicia argentina podría haberla exigido, pero no ha sido así debido a la solidez de las evidencias clínicas aportadas por el hospital.
Si la muerte se hubiese producido en un lugar público o en la habitación del hotel, se habría abierto una investigación de oficio para “averiguar las causas de la muerte". En esos casos, se ordena una autopsia y se hacen diferentes medidas de prueba como la búsqueda de testigos o el análisis de cámaras de seguridad.
La muerte del fiscal federal argentino Alberto Nisman, que investigaba el atentado a la mutual judía AMIA y había denunciado a la por entonces presidenta Cristina Fernández, muestra la otra cara de la moneda. Su cadáver fue hallado en el baño del departamento donde vivía, en el exclusivo barrio de Puerto Madero, a pocos metros de la Casa Rosada, sede del Gobierno nacional. Nisman murió el 18 de enero de 2015 y pocas horas después se hizo una autopsia a cargo del Cuerpo Médico Forense (CMF), pero sus resultados fueron recurridos y se encargó un nuevo peritaje a especialistas de la Gendarmería Nacional.
La repatriación, en vuelo regular
Justo después de anunciar que no habría autopsia, el embajador español en Argentina, Javier Sandomingo, detalló el proceso de repatriación del cadáver. Será en "vuelo regular", y no en un avión de Estado. El diplomático justificó la elección con la "gran cantidad de vuelos" que conectan cada día Buenos Aires y Madrid.
José Manuel Maza llegó a Sudamérica el pasado lunes para participar en una cumbre de la Asociación Iberoamericana de Ministerios Públicos (AIAMP). Su agenda en la capital argentina incluía encuentros de singular relevancia como una reunión con el ministro de Justicia local y otra con el Fiscal de Uruguay.
Poco después de tomar tierra, Maza comentó a sus allegados que no se encontraba del todo bien, pero lo consideró "catarro". Con el paso de los días, la fiebre subió, aunque el jueves su malestar remitió y pudo participar en las actividades de la AIAMP. Fue el viernes cuando su pareja, también allí por un viaje de trabajo, lo encontró desorientado en la habitación del hotel.
Los médicos decidieron su ingreso urgente. En el hospital se detectó la infección renal, que no pudo ser atajada por los antibióticos. La tarde del sábado, José Manuel Maza murió afectado por un fallo multiorgánico.