"Está muy tocado. Sí tiene dudas, pero se ha metido en un callejón del que ya no puede salir". El president de la Generalitat, Carles Puigdemont afronta sus horas más difíciles con una mezcla de agotamiento y nerviosismo. Así lo describe a EL ESPAÑOL uno de sus últimos interlocutores en este miércoles que concluyó con una intensa reunión del Govern en el Palau de la Generalitat, de donde Puigdemont apenas sale ya.
"Puigdemont tiene dividido a su Gobierno y a sus apoyos y tiene que lidiar con una gran tensión interna", explica esta persona, que pide mantener el anonimato por lo delicado de la situación. Puigdemont es el president, pero las presiones que recibe, desde la CUP a los más moderados del Partit Demòcrata, son "muy fuertes en sentido contrario", según el jefe del Govern le reconoció. No todo depende de Puigdemont como si atesorara un poder absoluto y arbitrario sobre el rumbo de los acontecimientos, explica la misma fuente. "Están muy peleados".
Preguntado por este diario, su interlocutor afirma que, pese a las dudas, Puigdemont "ha asumido su destino". Todo puede cambiar de un momento a otro, pero la sensación trasladada era la de declaración unilateral de independencia sin convocatoria electoral.
El escenario de más confrontación
Unido a su negativa de acudir al Senado a explicar su postura, pone a Cataluña en el escenario de mayor confrontación con la legalidad y el Gobierno central a poco más de un día de que el Senado apruebe las medidas adoptadas en aplicación del artículo 155 de la Constitución.
"Se atrincherarán. Llamarán a la gente a rodear las instituciones. La calle será un infierno y la situación, insostenible", explica este interlocutor, para quien la situación podría tener, por el alto nivel de confrontación, "reminiscencias venezolanas" que se sumarán a "una fractura social ya evidente y un desastre económico".
Esta fuente insiste en que el tiempo en política es flexible y creativo, por lo que nunca debe descartarse un giro en los acontecimientos, pero su impresión es que las cartas están ya marcadas pese a los llamamientos de unos y otros y "la mediación, que la ha habido, como conversaciones del president con muy diversos actores, algunos muy poco obvios", explica.
Amarga tensión en la cúpula independentista
A lo largo del día se han sucedido las llamadas y los contactos con el Palau. También los consellers, destacados miembros de Junts pel Sí y las organizaciones soberanistas han debatido sobre el camino que Puigdemont debería transitar, en conversación con el president y sin él.
Reuniones en el Palau en los últimos días han evidenciado una amarga tensión dentro del Estado Mayor del independentismo en el que consellers más moderados advierten al president de que sólo unas elecciones le salvarán personalmente de muchos años de cárcel, a Cataluña de una intervención dolorosísima del Estado e incluso al procés, que podría verse legitimado con nuevos apoyos electorales.
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