El día que se agotó el plazo que el Gobierno dio a Carles Puigdemont para decir claramente si declaró o no la independencia, José María Aznar clausuró un acto en Valencia y volvió a dar su opinión sobre el desafío secesionista. El presidente de Faes lo dijo alto y claro: "Si se acepta que se ha roto el pacto de unidad y diversidad, la reforma constitucional de la que se habla no debe ser un pago a plazos de lo que ahora no estamos dispuestos a pagar al contado".
El expresidente del Partido Popular cargó duramente contra el independentismo en su intervención. "Hemos visto cómo se han ido inculcando la mentira de una independencia dorada, gratuita y saludada por el mundo cuando la realidad es otra bien distinta". Aznar insistió en que lo que está en juego "es el pacto del 78" y "la continuidad histórica que hizo de la Constitución el terreno firme de encuentro entre los españoles". Y ese pacto "lo han destruido".
Aunar energías para "defender la libertad concreta" de los ciudadanos, la libertad de las familias y las empresas, es el "mejor antídoto frente al nacionalismo". En su discurso, el expresidente del Gobierno envió un mensaje a su sucesor en el PP: "España atraviesa un momento crítico de su historia y nadie puede abdicar de su responsabilidad".
Aznar aseguró que "los secesionistas entienden los silencios como una debilidad" y recordó que "desgraciadamente, los detractores de la libertad juegan con ventaja". Por eso pidió hoy más que nunca una labor de "pedagogía" y "una reafirmación de los principios y valores que compartimos" los que "defendemos la libertad económica como motor del éxito en cualquier economía".