Grupos afines a la CUP planean convertir el Parc de la Ciutadella de Barcelona, junto al Parlament, en un símbolo del independentismo como lo fue la Plaza Tahrir, para la revolución egipcia en 2011. Para ello, y según ha podido saber EL ESPAÑOL, un grupo de separatistas planea instalar una acampada multitudinaria a modo de protesta permanente.
La idea es crear un campamento que crezca hasta contar con cerca de 15.000 personas y que sus protestas sean recogidas por las cámaras de todo el mundo, como sucedió hace seis años en Egipto, tras unas protestas que terminaron con el régimen del presidente Hosni Mubarak.
En este caso, el lugar elegido es uno de los parques más representativos de la Ciudad Condal, con más de 17 hectáreas de extensión y que acoge, entre otros edificios, la sede del Parlamento autonómico, en el que este jueves se ha presentado la Ley de Transitoriedad Jurídica y Fundacional de la República, la norma que pretende sentar las bases de la pretendida nueva nación catalana separada del resto de España.
Según confirman a EL ESPAÑOL fuentes conocedoras de estos movimientos, varios grupos afines a la CUP preparan desde hace meses una escalada de desobediencia civil que visualice sus demandas de crear un estado independiente ante el mundo entero. El primer paso de esta estrategia pasa por organizar manifestaciones frente a cualquier institución pública que se pronuncie en contra del pulso separatista. Algo que sucedió ya este jueves frente al Ayuntamiento de Mataró, controlado desde las últimas elecciones por David Bote, del PSOE.
Bloqueo a los agentes en la calle
El segundo paso, según estas fuentes, es intentar bloquear con manifestaciones "espontáneas" y "pacíficas" las actuaciones policiales encaminadas a hacer cumplir la ley e impedir la celebración del referéndum. Actuaciones, por ejemplo, como el control por parte de agentes de la Guardia Civil de varias imprentas que podrían elaborar las papeletas y el censo para la consulta.
Además, los mismos grupos valoran bloquear con protestas coordinadas las vías de acceso a centros de la Administración central como la propia Delegación del Gobierno o la sede del Banco de España en la Ciudad Condal. En suma, cualquier altercado con las fuerzas del orden en los próximos días serviría para encender la llama de las protestas y justificar el asentamiento junto al Parlament, además de calentar la Diada que se celebrará el próximo lunes.
En manos del Ayuntamiento.
Según explican las mismas fuentes, si la ocupación de la Ciutadella se llega a realizar, será el Ayuntamiento de Barcelona, que dirige Ada Colau, el que, junto a la Delegación de Gobierno, tenga la potestad para desalojarla. Algo que ya sucedió, por ejemplo, en la acampada que el 15 de Marzo de 2011 convirtió la madrileña Puerta del Sol en un campamento para protestar contra la corrupción y la clase política.