La investigación internacional de los atentados de Cataluña reúne ya indicios de la presencia de miembros de la célula en al menos cuatro países. Se trata de Francia, Marruecos, Bélgica y Suiza. Según detallan a EL ESPAÑOL fuentes de la lucha antiterrorista, los investigadores tienen sobre la mesa información de al menos seis viajes realizados por varios integrantes del grupo en fechas previas a los ataques de Barcelona y Cambrils.
El ministro del Interior, Juan Ignacio Zoido, se ha reunido este miércoles en París con su homólogo François Molins. Sus respectivos equipos han abordado la presencia de los terroristas en territorio galo poco antes de llevar a cabo su plan criminal. En concreto, según ha confirmado Molins, se detectó la presencia de “dos o tres personas” del grupo los días 11 y 12 de agosto, es decir, sólo una semana antes del 17A.
Fueron grabados en el Audi A3 (9676 BHF) que estaba a nombre de Mohamed Aalla, pero que en realidad usaba Said Aalla. Ese es el mismo coche que emplearon para perpetrar el atentado en Cambrils la madrugada del jueves al viernes pasado. "Nadie piensa en estos momentos que realizaron este viaje para comprar una cámara de fotos en la FNAC", ha dicho, tajante, el ministro del Interior galo ante los medios de comunicación pese a que no ha querido ofrecer más detalles para preservar las pesquisas.
Fuentes de la lucha antiterrorista advierten a este periódico que esa no es la única presencia detectada en Francia este mes. También investigan un desplazamiento en avión de uno de los terroristas que murió en la operación desplegada por los Mossos d’ Esquadra para neutralizar a los terroristas.
Otros dos miembros en Suiza
Otro de los periplos que preocupan a los investigadores sitúa a dos miembros de la célula el pasado 16 de diciembre en Zurich (Suiza). Se trata del tercero de los hermanos Aalla, Youssef, (muerto en la explosión de Alcanar) y a Mohamed Hichamy, uno de los integrantes más activos del comando que murió abatido a tiros en Cambrils y que alquiló una de las tres furgonetas con las que los terroristas planeaban atentar.
Bélgica es otro de los destinos que está bajo el foco de las pesquisas por la presencia del imán y presunto cabecilla del grupo Abdelbaki Es Satty, cuyos restos fueron hallados bajo los escombros de la base logística con la que contaban en Alcanar (Tarragona). En los registros que se hicieron en esa casa, los Mossos encontraron varios billetes de avión de la compañía Vueling con destino a Bruselas. Todos los billetes estaban a nombre del imán.
Viajes a Marruecos
Otro punto clave en las investigaciones internacionales que capitanea el Ministerio del Interior es Marruecos, país de origen de once de los doce presuntos miembros del grupo. En este punto es clave determinar el papel que jugaba el detenido Salh El Karib, encargado del locutorio de Ripoll. Según la investigación, pagó con su tarjeta un viaje a Marruecos a Driss Oukabir otro de los arrestados por su participación en el alquiler de la furgoneta de La Rambla.
Este martes prestó declaración ante el juez de la Audiencia Nacional Fernando Andreu. Asistido por un intérprete porque no domina el castellano, explicó que se ofrecía sacar el billete de avión a gente que no tenía tarjeta de crédito y a cambio percibía una comisión. Fuentes jurídicas aseguran a este periódico si este trabajador del locutorio también le compró un billete a Abdelalik Es Satty, imán de Ripoll y presunto cabecilla del grupo terrorista.
El juez decidió aplazar 72 horas el arresto del trabajador del locutorio para agotar una serie de diligencias que se están realizando sobre su participación en los hechos investigados. Fuentes jurídicas explican que se están analizando varios ordenadores incautados en el registro del locutorio para comprobar en qué consistía esa operativa de compra de billetes de avión a través de la compañía Air Arabian. No se descarta que puedan haber más.
Paralelamente, en Marruecos se están llevando a cabo interrogatorios sobre el entorno de los terroristas que ya ha provocado el arresto de al menos dos personas. Una de ellas, butanero de profesión en España, era vecino de Younes Abouyaaqoub, autor de la matanza de Barcelona.