El presidente de la Gestora del PSOE, Javier Fernández, ha lanzado un aviso al partido a las puertas de que inicie su proceso de elección del nuevo secretario general, y ha defendido que "democratizar" el partido no significa "convertirlo en una asamblea permanente ni avanzar hacia una organización más débil y un liderazgo más fuerte".
Así ha inaugurado el foro en el que los socialistas debatirán el proyecto político que llevarán a su 39 Congreso, una semana antes de que el Comité Federal fije las fechas de las primarias y defina todo el calendario que llevará a la elección del nuevo secretario general del partido. Sin mencionar a ninguno de los tres aspirantes que van a concurrir esta carrera, Fernández ha defendido la "capacidad para generar consensos y manejar disensos", pero, al mismo tiempo, ha advertido de lo que, a su juicio, no es democratizar la organización.
Así, ha alertado de que "evitar el monopolio del poder en las cúpulas en perjuicio de la participación de las bases no pasa por un partido más plebiscitario que deliberativo, más asambleario que representativo".
"No queremos una organización burocratizada entregada a sus 'estados mayores', a guardias pretorianas que estén ahí, atrincheradas en el poder, no lo queremos, pero tampoco queremos un partido sin rumbo, sin ideas y sin proyecto político". Ha insistido en que el PSOE no puede ser "una mera plataforma electoral al servicio de un líder que reclame autonomía o que exija confianza". "Queremos un partido tan plenamente democrático como electoralmente participativo, con un proyecto de crecimiento y de equidad, de desarrollo y de bienestar", ha remarcado.
Javier Fernández ha defendido que los españoles tienen derecho a conocer el proyecto de los socialistas y ha reivindicado la política como la herramienta para "resolver los problemas, encontrar soluciones a los problemas" pero, también, como un instrumento para "devolver" a los ciudadanos la sensación de "confianza".
"La política empieza cuando los técnicos, los burócratas, los expertos, han hecho su trabajo y alguien tiene que decidir lo que hay que hacer", ha subrayado, para después hacer hincapié en que esto "no se hace con soluciones maravillosas", sino con "los materiales más comunes, o al menos los más baratos, con las ideas y con las palabras normales, del habla de la gente, porque son esas palabras la única manera que tienen las ideas de poner el pie en la calle".