La Colaboradora, un proyecto de emprendimiento social emergido en las cañerías de una administración pública e impulsado por un innovador zaragozano está a pocas horas de conseguir el premio Eurocities 2016. Una red formada por las principales ciudades europeas, las cuales reúnen a los gobiernos locales de más de 130 ciudades de Europa y cerca de 40 ciudades asociadas. Entre todas ellas, gobiernan a más de 130 millones de ciudadanos en 35 países. Un galardón, calificado popularmente como “los Oscar de las ciudades”, puede situar a Zaragoza en el centro del emprendimiento mundial.
UNA PECERA ÚNICA EN EL MUNDO
Una pecera que surgió – como todas las revoluciones – de un boceto esgrimido en una servilleta. De una idea que daba la vuelta al mundo para cambiar los paradigmas de la crisis económica y transformar la sociedad mediante la confianza y el compañerismo empresarial.
La Colaboradora nació en el año 2013 como respuesta a la endiablada crisis económica, la cual dibujaba un negro horizonte para los artesanos de la empresa, los emprendedores. Un proyecto fundido en la vieja Azucarera del Rabal zaragozano, un edificio olvidado hasta su rehabilitación integral en el año 2004 para, en poco tiempo, cobijar uno de los proyectos más revolucionarios del mundo.
La Colaboradora es un proyecto de inteligencia colectiva compuesto por emprendedores que desarrollan sus proyectos intercambiando ideas y conocimiento a través de un banco del tiempo. Cada miembro proyecta su idea o negocio con el compromiso de poner al servicio de la comunidad su tiempo para ofrecer en forma de servicios o contribuyendo con su conocimiento en asesorar a otras personas.
Hasta el momento, La Colaboradora ha contado con cerca de 250 emprendedores que han desarrollado más de 200 proyectos, de los cuales el 75% ya se han iniciado o consolidado generando nuevos puestos de trabajo y fortaleciendo el tejido social de la capital aragonesa. Tres años de recorrido que han dado lugar a 8.048 horas compartidas, de las que 6.120 se han dedicado a gestionar la comunidad a través de diferentes equipos de trabajo. Una colaboración empresarial y humana que ha supuesto organizar más de 280 actividades gratuitas de formación y dinamización, de las cuales el 40% han estado abiertas al público.
Su exitoso modelo está siendo objeto de estudio por parte de otras ciudades españolas y extranjeras. De hecho, La Colaboradora es una referencia mundial tras el galardón otorgado por Ouishare, la red de economía colaborativa más importante del mundo, y el reconocimiento dado por la Secretaría General Iberoamericana.
ZARAGOZA, EJEMPLO DE INNOVACIÓN SOCIAL
La ciudad de Zaragoza, a través de su Ayuntamiento, se adhirió a la principal red de ciudades europeas, Eurocities, en el año 2002. Uno de los principales objetivos de Eurocities, es otorgar voz a las ciudades que formen parte de su red en Europa. Mediante el diálogo con las instituciones europeas ejerciendo presión política en políticas públicas o programas europeos que tienen impacto directo sobre las ciudades y sus habitantes.
Una red activa que se desarrolla en diferentes áreas como: desarrollo económico y política de cohesión, servicios públicos, medio ambiente, transporte y movilidad, gobernanza y cooperación internacional, etc.
Desde ese convencimiento, el Ayuntamiento de Zaragoza impulsó el concepto de economía colaborativa como un semillero de ideas capaz de transformar la ciudad. Y le dio nombre: Zaragoza Activa. Es, sin duda, el alma mater de La Colaboradora. De sus cimientos surgen nuevas formas de entender el emprendimiento y soluciones para afrontar los retos que demanda la sociedad.
Zaragoza Activa, se creó con la intención de impulsar un ecosistema emprendedor, innovador, creativo y colaborativo en la ciudad de Zaragoza. Y entre sus principales retos está apoyar las actividades que generen empleo y que generen actividad económica. De esta manera, a día de hoy, Zaragoza Activa cuenta con un vivero de emprendedores con 17 oficinas, una pre incubadora de empresas, una zona de empleo para desempleados, La Colaboradora, una lanzadera de proyectos para jóvenes de menos de 30 años llamada Yuzz, la asesoría para emprendedores InfoActiva, la primera biblioteca para jóvenes que hay en España, etc.
“ES FLIPANTE LO QUE HACEMOS”
A pocas horas de saber la ciudad galardonada por Eurocities 2016, atiende la llamada de EL ESPAÑOL el ingenioso hidalgo que ideó La Colaboradora. Raúl Oliván – emocionado – explica desde Milán como se gestó uno de los proyectos más revolucionarios que está cerca de conseguir el premio Eurocities 2016.
“Para nosotros es una experiencia emocionante, supone colocar a Zaragoza a nivel internacional, algo que nunca se ha dado”, explica Raúl Oliván las sensaciones previas antes de conocer el fallo. En conversación con este diario, recuerda todo lo cosechado desde el inicio y reconoce “el sacrificio personal desde su diseño” y el constante trabajo de su equipo desde entonces.
En el inicio, “nadie lo entendía desde el ayuntamiento, pusimos todo patas arriba, consiste en entender que el mundo cambiaba y los paradigmas de la crisis hicieron que generáramos un ambiente diferente primando la confianza y el compañerismo empresarial antes que la competitividad”, cuenta Oliván.
Supuso un cambio en las reglas de juego, especialmente, al emerger desde una administración pública anquilosada en la burocracia y sus tiempos. “Es flipante lo que hacemos”, relata Oliván mientras repasa cada una de las áreas que engloba La Colaboradora. “Juntamos proyectos comunitarios mediante el coworking y el banco del tiempo. Nunca antes en el mundo se había hecho”.
Raúl Oliván, explica la “revolución” de La Colaboradora al unir a la sociedad civil, la administración pública y la empresa “sin paradigmas, colaborando estrechamente”. Mediante la innovación social y empresarial, Oliván recuerda que “mientras mis colegas estaban mirando al MIT (Massachusetts Institute of Technology) o a Silicon Valley, yo dedicaba tiempo en conocer los proyectos de innovación social en Grecia o Argentina”.
LOS COMPETIDORES
Desde el país galo presentan un proyecto para dotar de asistencia sanitaria a la envejecida población de la ciudad de Niza. Según explican fuentes municipales en Eurocities, casi un tercio de la población de Niza tiene más de 60 años, y proporcionar una buena atención sanitaria en el hogar es una prioridad para la ciudad. Urban Health Lab, el proyecto presentado por la ciudad francesa, está probando nuevas soluciones tecnológicas que podrían revolucionar la forma en la que se administra la asistencia sanitaria. En el corazón del proyecto se presenta un equipo con innovaciones sanitarias, un centro de innovación de negocios de salud que coopera junto a empresas innovadoras. Otros planes que presenta el proyecto incluyen la formación de profesionales de la salud, de ciudadanos y niños en las tecnologías de la salud digitales, y una serie de proyectos de investigación financiados por la Unión Europea.
Helsinki también compite para conseguir el prestigioso galardón Eurocities 2016. Según explica la candidatura en Eurocities 2016, presentan un proyecto innovador situado en una calle de Helsinki. Desde ahí, se está experimentando una transformación inteligente del clima. La calle Iso Roba es un ejemplo de cómo los centros urbanos históricos pueden ser transformados en zonas energéticamente eficientes y climáticamente inteligentes. La renovación de la calle Iso Roba cuenta con una fuerte participación de los vecinos, de las asociaciones locales y de propietarios y empresas. Los cuales, están invitados a compartir sus visiones para transformar la calle. Se concentra en el proyecto un gran énfasis en soluciones colaborativas y compartidas, incluyendo coches eléctricos crowdsourced, alquiler de bicicletas de carga asistida por electricidad y la implantación para los residuos de alimentos.
En pocas horas, el jurado decidirá la ciudad y el proyecto premiado, pero sin duda, Zaragoza ha esculpido con tesón una pecera capaz de transformar el mundo con pasión y colaboración.