Mariano Rajoy volvió a solicitar la confianza al Parlamento y por fin la Cámara le respaldó. El presidente del Gobierno ha sacado adelante su investidura este sábado a última hora de la tarde con 170 votos a favor, 68 abstenciones y 111 noes. En el Parlamento estuvieron presentes 349 diputados y quedó vacío un escaño, el del ya ex diputado Pedro Sánchez, que entregó su acta apenas unas horas antes de que se produjera la votación para no verse obligado a abstenerse y contribuir a hacer presidente a un candidato conservador. Con la ausencia del exsecretario general del PSOE, Rajoy solo necesitaba diez abstenciones para desatascar la situación política.
Todas las miradas estuvieron puestas en la bancada socialista. Finalmente una quincena de los diputados del Grupo Parlamentario Socialista se saltó la disciplina de voto del Comité Federal, que el domingo pasado decidió que los 85 diputados que conforman el Grupo Parlamentario Socialista debían abstenerse y dejar gobernar al candidato propuesto por el rey.
Carlota Merchán, concejala en el Ayuntamiento de Madrid y octava en las listas por Madrid el 26-J, es la diputada que entrará en el Congreso tras la marcha de Sánchez. Sin embargo, la socialista no votó en la tercera sesión de esta investidura porque todavía no había tomado posesión de su acta y nadie le había advertido previamente de que su entrada al Hemiciclo podía ser entre la primera y la segunda votación de la sesión de investidura.
Mariano Rajoy subió a la tribuna de oradores a las seis y media de la tarde, la hora a la que se convocó el pleno. Desde allí, empezó su discurso agradeciendo a todos los que han contribuido a que su investidura (PP, Ciudadanos y Coalición Canaria) pudiera salir adelante su voluntad de diálogo y aseguró: "Quiero añadir que soy plenamente consciente la votación del jueves pasado en todos sus extremos, así como la que otros han anunciado para hoy". A continuación, reivindicó su proyecto, advirtió al Parlamento que no está dispuesto a derribarlo y pidió apoyos a los que le ayudan en la investidura.
Rajoy pide diálogo para gobernar
El líder del PP volvió a tender la mano al diálogo y volvió a decir que "es responsabilidad de todos" que la legislatura sea duradera. Y advirtió: "El voto de investidura no es un descargo, debe ser un compromiso de futuro". A continuación, dejó caer que no está dispuesto a derogar leyes que su partido sacó adelante gracias a la mayoría absoluta que tenía hasta hace un año. "No pretendan imponerme lo que yo no puedo aceptar. No estoy dispuesto a derribar lo construido. Que nadie espere que yo contribuya a lesionar la contribución económica".
Pidió la confianza de la Cámara "para el programa de gobierno que mi candidatura representa", "no estoy pidiendo el voto para un gobierno multiusos". Y Rajoy volvió a presumir de resultados para exigir a sus rivales políticos altura de miras ante la nueva legislatura. "No es el apoyo a un gobierno abstracto. No es cubrir el hueco vacante. Se vota la investidura a un candidato que acude con un proyecto. Es con ese proyecto que solicito la confianza de la cámara. Y es a ese proyecto al que se le otorga la confianza".