El empresario Javier López Madrid, consejero delegado del Grupo Villar Mir y yerno del patriarca de la multinacional, Juan Miguel Villar Mir, se ha jugado esta mañana en una declaración que ha durado escasamente 25 minutos su futuro procesal en el juicio de las tarjetas "black", en el que se enfrenta a una petición de pena de un año y medio de cárcel por parte del fiscal.
Algo nervioso al principio, luego con dominio del discurso, López Madrid defendió con convicción que no ha cometido el delito de apropiación indebida del que le acusa la Fiscalía. "Yo personalmente y mi grupo familiar invertimos más de 20 millones de euros en la salida a Bolsa de Bankia. Lo mantuvimos porque así se nos pidió. Lo hemos perdido todo", aseguró López Madrid, que añadió: "Soy la misma persona que decidió esa inversión y decidió mantenerla, la misma persona que se supone que me he querido beneficiar de un sistema [el de las tarjetas opacas] por 30.000 euros".
Amigo personal del rey Felipe y compañero de yoga de la reina Letizia (ambos le mandaron mensajes de apoyo cuando se inició el proceso judicial, según publicó 'eldiario.es'), López Madrid explicó que devolvió los 34.807 euros que gastó con la tarjeta durante los casi dos años en que fue miembro del consejo de administración de Caja Madrid y luego Bankia.
López Madrid retornó los 34.807 euros antes de su imputación por la Audiencia Nacional y nada más tener conocimiento de un informe jurídico elaborado en junio de 2014 para Bankia por el bufete Herbert Smith Freehills, dictámen en el que se sugería la posibilidad de que la entidad bancaria reclamara las cantidades gastadas con las controvertidas tarjetas.
El consejero hizo también una declaración fiscal complementaria para pagar a Hacienda 14.000 euros por IRPF. "Esta declaración complementaria", señaló, "era aparentemente contradictoria con la devolución del dinero, pero quería dejar claro que no tenía intención [de apropiarse de nada] ni sabía nada" de irregularidades.
"Lo que más me sorprende", señaló, "es que Bankia nunca me reclamó nada. Si me lo llega a reclamar lo hubiera devuelto y, de hecho, así lo hice al ver un informe en el que se hablaba de la mera posibilidad de una reclamación. ¿Qué intención voy a tener yo de quedarme con un dinero que no es mío?".
"Con luz y taquígrafos"
López Madrid manifestó que el ex secretario general de Caja Madrid, Jesús Rodrigo, le entregó la tarjeta "con luz y taquígrafos", delante de otros consejeros e indicándole que era "de libre disposición, con un límite anual de 24.000 euros, 2.000 euros al mes".
El acusado indicó que la tarjeta cubría gastos de representación y también tenía un carácter remuneratorio, y manifestó que, pese a que él los iba enviando periódicamente, Caja Madrid no aceptaba los justificantes de sus gastos.
También indicó que pensó que las cantidades abonadas por la entidad por el uso de la tarjeta estaban incluidas en los certificados de haberes que declaró en el IRPF pero dijo que "no se fijó" porque su declaración fiscal es "compleja". "No me dijeron nada de que la Caja se encargaba de la tributación. Si me lo hubieran dicho, entonces sí me hubiera preocupado", afirmó.