Nuevo enfrentamiento entre comisarios del Cuerpo Nacional de Policía. En este caso afecta a las esferas más altas. El que fuera 'número dos' de la Institución hasta hace unos meses, el exdirector adjunto operativo Eugenio Pino, ha denunciado al mando policial que dirige las investigaciones en torno al pequeño Nicolás. Pino ha remitido un escrito al juez de instrucción número 2 de Madrid que investiga el caso en el que acusa al comisario Marcelino Martín-Blas de "destruir pruebas vitales" para la causa. Por ello pide al magistrado que le aparte así como a su compañero, el inspector Eladio Rubén López.
Pino hace referencia a la parte separada del procedimiento en la que se investiga una grabación ilegal efectuada al comisario Martín-Blas cuando éste mantenía una reunión con miembros del Centro Nacional de Inteligencia (CNI) en la se habló sobre las pesquisas en torno al pequeño Nicolás. El exresponsable policial dice que esta era una "reunión ilegal en tanto en cuanto no estaba autorizado para tratar con los miembros del CNI para este caso concreto". "Pudiéramos estar hablando de conductas delictivas cuando dice que el objeto de las mismas era dar cuenta de los resultados de una investigación judicial a estas personas del CNI, que no tienen ninguna condición procesal en la causa".
La denuncia presentada advierte al juez de que este hecho "debería haberle llevado a tomar en consideración el apartar a estos investigadores". "Podemos pensar que tienen un interés en la causa y en desviar la atención de la celebración de una reunión ilegal", añade. El comisario Martín-Blas sostuvo en su declaración como testigo ante el juez que en su teléfono móvil fue instalado un programa para espiarle. Pino replica que esta versión es "sencillamente ridícula".
La imagen de la Policía
"Se está utilizando esta falsa información para dañar la imagen de la Policía Nacional", critica ante el juez, al tiempo que destaca que "año y medio después de haber iniciado la investigación, aún no se sabe cómo se hizo la grabación". El mando policial jubilado se remite al sumario del caso para decir que hay dos informes de Policía Científica "que dicen que el resultado de la búsqueda de algún tipo de aplicación o archivo malicioso es negativo".
A la hora de argumentar su denuncia por destrucción de pruebas se basa, entre otras cosas, en que Martín-Blas tardó diez días en entregarle al juez la grabación de la que había sido objeto después de que se la entregase un periodista en una cafetería. Destaca Pino que lo que se le entregó entonces fue un pendrive, mientras que lo que el policía le entregó al juez fue un CD. "De la extracción de los metadatos de este pendrive se podrían haber obtenido datos relevantes para la resolución del caso, lo que ya no podrá acontecer pues, aunque ahora aparezca, se habrá roto la cadena de custodia".
"Que no dispongamos de este pendrive es un hecho grave al que usted no puede ser ajeno y le debe llevar a tomar la decisión de, atendiendo a la petición del Ministerio Fiscal, apartar a los investigadores del caso por una clara actuación delictiva con la destrucción de una prueba esencial", reitera Pino al instructor. En su escrito también explica las razones que a su juicio provocaron el cese de Martín-Blas de la Unidad de Asuntos. Según dice, él propuso su destitución después de que implicase al comisario José Villarejo con las actividades del pequeño Nicolás con "un informe falso a sabiendas".
De la amistad a la enemistad
Finaliza su escrito diciendo que le "apena profundamente" la presentación de esta denuncia contra una persona que fue su amigo. "Pero no voy a consentir que vierta manifestaciones y acusaciones falsas sobre mi o personas bajo mi mando que son falsas. Lo que hay es una enemistad manifiesta y excesiva, pero no voy a permitir que usen la Justicia como campo de batalla. Lo que usted haga en su Juzgado, es cosa suya", zanja.
Tras ser cesado de su puesto al frente de Asuntos Internos, Martín-Blas fue requerido por el juez de Instrucción Número 2 de Madrid, Arturo Zamarriego para investigar las actividades del pequeño Nicolás. Entre otras diligencias solicitadas por este mando policial se encontraba la detención de Villarejo y la imputación de otras diez personas, entre ellas el propio Pino. El fiscal del caso se opuso a estas diligencias.
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