El juez de la Audiencia Nacional Fernando Andreu tiene abiertas unas diligencias para investigar si Hacienda pudo dejar de ingresar hasta 1.000 millones de euros por sanciones a varias compañías aéreas que nunca llegaron a comunicarse a la autoridad competente, según cálculos iniciales de la investigación. El magistrado ha decidido iniciar un procedimiento a raíz de una denuncia de un trabajador de AENA que sostiene que la División de Coordinación de slots evitó informar de los incumplimientos en materia de estos slots, dejando de sancionar así a diversas compañías.
Un slot aeroportuario es un permiso administrativo, concedido por la División de Coordinación, que permite el uso del aeropuerto y sus infraestructuras en una hora determinada. Sin el slot no se puede operar en ciertos aeropuertos de España. Debido a que es una licencia específica de operación, y que su incumplimiento lleva aparejada su correspondiente sanción, tal y como queda recogido en la Ley de Seguridad Aérea.
Según ha podido saber EL ESPAÑOL de fuentes jurídicas, el juez entiende que estos hechos deben ser analizados antes de decidir si finalmente dirige la investigación contra alguien en concreto. El instructor ha abierto estas diligencias tras recibir un informe de la Unidad de Delincuencia Económica y Fiscal (UDEF) de la Policía en el que se señala como denunciados al exresponsable de la División de Coordinación de Slots aeroportuarios de AENA y actual director de Slots de AECFA, I.M., y contra la jefa del Departamento de Seguimiento, L.E.
La investigación tendrá que analizar si el hecho de que las compañías hicieran volar aviones en franjas horarias no permitidas habría podido poner en peligro la seguridad aérea. Además, se sospecha que esta falta de control provocó retrasos en vuelos.
Descontrol sistemático
Tras recibir la denuncia de un subordinado de I.M. que asegura que ha habido un incumplimiento sistemático del control, la Policía procedió a tomarle declaración, y aportarla al Juzgado. El denunciante señala la existencia de irregularidades en el aeropuerto de Madrid-Barajas, el Prat de Barcelona, Son Sant de Palma de Mallorca, Es Codolar de Ibiza y el aeropuerto de la Palma de Gran Canaria, entre los años 2007 y 2009.
El denunciante estuvo trabajando en esas fechas en la División de Coordinación de slots, departamento encargado de detectar este tipo de incumplimientos. Una vez detectados, se procedía a advertir a la compañía aérea mediante el envío de un télex. Es más, en 2007, el presidente de AENA dio la orden expresa a esta División para que comunicara a la Dirección General de Aviación Civil, dependiente del Ministerio de Fomento, cualquier incumplimiento en materia de slot.
El denunciante aseguró ante la Policía que diariamente remitía aproximadamente unas 100 comunicaciones relativas alas infracciones detectadas, remitiendo los oportunos télex de advertencia a las compañías aéreas. Sin embargo, desde 2008, su superior evitó informar a las autoridad competente de los incumplimientos, y dejando de comunicar una serie de procedimientos sancionadores que llevarían aparejadas las consiguientes multas de carácter económico.
Trato de favor a Spanair
Según recoge la denuncia, la jefa del Departamento de Seguimiento de AENA le dio la orden expresa de ignorar todos los incumplimientos en materia de slots cometidos por Spanair. Precisamente, ese año un avión de esta aerolínea se estrellaba en el aeropuerto de Barajas, causando 154 muertos.
También se le dio la orden de ignorar los incumplimientos detectados en el aeropuerto de Barcelona por la compañía Atlas Blue, sobre los que cursó las correspondientes advertencias, de las que también informó a su superior directo, I.M.
Los cálculos que hace, basados en numerosa documentación entregada a la Policía, son unos 200.000 vuelos infractores, que de haberse comunicado a las autoridad aeronáutica habrían supuesto una sanción económica de al menos 3.000 euros por cada uno de los vuelos infractores, cantidad que se ha dejado de ingresar en las arcas de la Hacienda Pública.
Regalos y billetes gratis
El denunciante no explica las razones por las que sus superiores ocultaron que ciertas compañías aéreas estaban cometiendo irregularidades a la hora de operar en una franja que no tenían asignada. Sin embargo, sí apunta que durante los años 2007 y 2009 el personal de la División recibió numerosos regalos (menaje, cajas de vino, etc) procedentes de las compañías aéreas a las que tenían que prestar los servicios públicos encomendados a AENA por el Ministerio de Fomento.
Además, asegura haber estado presente en conversaciones en las que se decía que ciertas compañías aéreas entregaban billetes gratuitos a determinadas personas de la División, e incluso, se les facilitaba de forma gratuita del cambio de clase (de turista a business), en los vueltos que efectuaban tanto por cometidos profesionales como aquellos con fines personales.
El denunciante estuvo en esa División hasta 2009, cuando sus superiores decidieron cambiarle de departamento con la excusa de que no había procedimientos sancionadores de slots y, por tanto, su trabajo ya no era necesario. Sin embargo, a su juicio el motivo de ese traslado se debió a que remitió a su antiguo jefe un correo electrónico donde le comunicaba una petición razonada en contra de Ryanair por unas infracciones cometidas en el aeropuerto de Alicante, así como que había desaparecido documentación respecto al proceso seguido contra Air Madrid por el juez de la Audiencia Nacional Fernando Grande-Marlaska.
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