Tres cabezas de lista de 43 es lo que ha logrado IU en su recién estrenada coalición con Podemos: Ciudad Real, Teruel y Palencia. En Andalucía, donde la formación que lidera Alberto Garzón obtuvo en las pasadas elecciones del 20D 250.000 votos de los 900.000 obtenidos, no ha logrado ningún número uno. A cambio, se ha reservado segundos y terceros puestos, es decir, son puestos de salida, pero estética y políticamente no es lo mismo que ser candidato.
Entre los puestos más relevantes que ha logrado IU está el número dos por Málaga. Eso en teoría dejaría de nuevo como número uno a Alberto Montero, el profesor de la Universidad de Málaga que fichó a Íñigo Errejón para optar a un contrato como investigador, y que acabó en expediente sancionador por no haber trabajado físicamente en Málaga y por compatibilizarlo con cobros por asesorar a la formación morada.
Montero ya dijo semanas atrás que le gustaría repetir como candidato cuando se rumoreó la posibilidad de Garzón fuera por Málaga, aunque finalmente será el número cinco por Madrid. Aunque en IU ahora están centrados en cerrar la coalición para registrarla, plazo que expira el viernes, y no se está hablando de nombres, los que podrían barajarse para ese segundo puesto de esta candidatura serían Toni Morillas, exportavoz de IU en la Diputación y concejal del Ayuntamiento de Málaga, pero tampoco sería descartable Amanda Meyer, que fue secretaria general de Vivienda en la Consejería de Fomento durante el cogobierno de IU y PSOE en la anterior legislatura. Meyer es muy cercana al coordinador regional de IU, Antonio Maíllo, e hija de dos históricos de IU: Willy Meyer y Julia Hidalgo. Además, es abogada del despacho profesional 'Frutos&Meyer' de la Asociación '11M, Afectados del Terrorrismo' en los sumarios abiertos en la Audiencia Nacional
En la tercera posición estarían los aspirantes a escaño de Sevilla, Cádiz, Álava, Asturias y Zaragoza, pero este último caso es más curioso porque se plantea un escaño rotacional. Confiando en una hipotética legislatura de cuatro años, se rotarían el número dos de Podemos y el tres de IU. Por Madrid, IU también ha logrado la novena y la undécima posición.
Un caso sorprendente es el de Sevilla, donde IU podría haber tenido al alcance de su mano tener candidato. Por dos razones: quien fuera el número uno el pasado 20D no era otro que Sergio Pascual, a quien se cesó como secretario de Organización de Podemos, podría bajar algunas posiciones en la lista, a eso se añade que una de las provincias donde IU obtiene sus mejores resultados es precisamente en Sevilla.
Al parecer, la clave está en el Senado. Se le ha dejado a IU que encabece seis listas al Senado, lo que permitiría a la coalición ponerse por delante del PP en algunas provincias, ese podría ser el caso de Sevilla. Está claro que Podemos e IU tienen claro que su objetivo es el control de la Cámara alta, tanto como para haberle lanzado una oferta sorpresa al PSOE, que ya se ha encargado de desechar su secretario general, Pedro Sánchez. En este caso, a IU le han dejado senadores, además de por Andalucía, en Madrid, Navarra, Lanzarote, Murcia y Asturias.
Efecto multiplicador
La valoración que hace IU en Andalucía es más que positiva. Creen que no hay que mirar tanto el valor simbólico de los cabezas de lista y sí tener en cuenta que quien esté en segunda o tercera posición va a tener garantizado el escaño. Su teoría es que se han elaborado las candidaturas tomando como referencia la suma de los resultados del 20D, pero la suma de votos de ambas formaciones no es una mera suma, sino que tiene un efecto “multiplicador” de diputados.
Como elemento a favor también tienen en cuenta que el punto de partida de IU la negociación, en el caso por ejemplo de Andalucía, no tenían ningún diputado y ahora tienen opciones de llegar hasta cinco si los planes les salen como prevén (un escaño por Málaga, Córdoba, Cádiz y dos por Sevilla). Las cuentas son “bastante razonables”, zanjan fuentes de la organización.
Más allá de lo numérico y de las listas, que es lo más visible, estas fuentes ponen el acento en que lo más importante en esta negociación ha sido el “reconocimiento mutuo”. Aseguran que ha sido uno de los puntos de mayor fricción con Podemos, que hubiera preferido que IU se hubiera convertido en una especie de plataforma que primero se hubiera integrado para luego acabar diluyéndose en la marca morada, como así se planteó inicialmente en el 20D.
Creen que el principal logro es que estos admitan que IU lleve sus siglas y que estén impresas en las papeletas, que tenga su propia campaña y su propio liderazgo (por eso a sus candidatos, con independencia de la posición en la que vayan, harán campaña como si fuera los número uno), y la gestión propia dentro grupo parlamentario resultante. Son conscientes de que con estos elementos van a tener que construir un discurso muy pedagógico para las voces que surjan en contra o quienes no vean tan claro el juego de cesiones en este acuerdo.
Andalucía es uno de los territorios donde Podemos-IU está convencido de que pueden lograr mejores resultados y lo han planteado como uno de sus campos de batalla. Las provincias claves que se han marcado en rojo en su mapa electoral son Granada, Sevilla, Málaga y Jaén.