El núcleo fundador de Podemos actuó "con toda la arrogancia" al no reconocer en su acta fundacional a los movimientos sociales que crearon el clima favorable para su nacimiento, revela la alcaldesa de Barcelona Ada Colau en un libro que recorre su activismo político hasta su llegada al consistorio de la ciudad condal.
En Ada, la rebelión democrática del periodista Joan Serra y que reseña El País, Colau revela que la Plataforma de Afectados por la Hipoteca se "molestó muchísimo" al ver cómo el partido naciente les daba de lado apropiándose al mismo tiempo de sus elementos esenciales. Llega al punto de acusarles de haberse quedado con su lema como nombre, ya que "sí se puede" lo corearon los activistas desde el 15-M a los actos antidesahucios de la PAH.
Colau se refiere al oportunismo en el nacimiento de Podemos, que aprovechó el desencanto con la clase política y la exigencia de reformas para constituirse como partido en base a ello. "Podemos hizo un análisis político frío y racional, describiendo una ventana de oportunidad" - escribe, resaltando sin embargo cómo despreciaron a los activistas en el proceso.
"En eso acertaron, nadie había dado el paso y ellos eran los primeros. Había un contexto de oportunidad, pero no lo habían generado ellos, lo había generado mucha gente, como la PAH, a la que no supieron entender ni respetar" - lamenta Colau.
La fundadora de Barcelona en Comú asegura que estas reticencias iniciales están superadas, pero no se ahorra reproches contra la Ejecutiva de Podemos. Empezando por su líder Pablo Iglesias, a quién achaca una "arrogancia en la forma de expresarse" y un "estilo en lo personal y lo político" con el que no se siente identificada.
La relación con los líderes de Podemos es "cordial, pero complicada" según el texto. Aunque Colau asegura que siente "simpatía" por Iglesias y Errejón, admite que "no hablan casi nunca". "No hay una afinidad especial, tenemos diferentes formas de hacer las cosas" - reconoce, aunque no oculta que se apoyaron mutuamente por estrategia política de cara tanto a las elecciones municipales y autonómicas como al 20-D.
"Si me preguntas si me siento de Podemos, te respondo que no" - asegura Colau. "Barcelona en Comú no es Podemos. No lo ha sido nunca" - explica, trazando una línea de confluencia con el espíritu y los ideales del 15-M que ahora parecen divergir. El rechazo al centralismo sería uno de los puntos en conflicto. "Me hacen sentir más catalana que nunca", afirma.
La alcaldesa de Barcelona no deja de recalcar su intención de mantenerse autónoma, en sintonía con su intención de crear un partido propio que podría suponer un grave problema para la formación morada en caso de romper como parte de su confluencia.
Colau incluso regala a Pablo Iglesias una comparativa como reproche basada en su saga de fantasía favorita. La líder de Barcelona en Comú se compara con Frodo, el protagonista de El Señor de los Anillos, en tanto que "sólo quiere el poder para transformar". En Podemos, en cambio, reina el Juego de Tronos, donde el poder lo es todo.