No ha hecho falta esperar dos semanas y media. Javier López Madrid se ha adelantado a la decisión que iba a tomar la Fundación Princesa de Asturias (FPA) el próximo 30 de marzo y ha presentado en la mañana de este martes su “renuncia formal” a su condición de patrono, según han confirmado fuentes de la FPA.
EL ESPAÑOL lo adelantó este fin de semana: las tres causas judiciales abiertas contra el empresario y el colofón del chat con la reina Letizia hacían insostenible su permanencia en una de las instituciones más prestigiosas del país. Su presencia en el Patronato Princesa de Asturias (el honorífico de los dos patronatos que tiene la FPA) implicaba un riesgo reputacional demasiado grande para este organismo sin ánimo de lucro creado en 1981 cuando Felipe VI tenía 13 años.
La FPA, cuya presidenta de honor es ahora la princesa Leonor (de 10 años), entrega cada otoño los premios más destacados que concede España en varios campos, desde la literatura hasta la ciencia. En estas tres décadas se ha una especie de academia de los nobel a la española.
López Madrid ya no acudía a la ceremonia de entrega en Oviedo desde 2013. El 21 de octubre de 2014, una semana después del intercambio de mensajes #compiyogui, la Casa del Rey comunicó a López Madrid la conveniencia de que no acudiera al acto solemne previsto para tres días más tarde (el 24). El motivo: su nombre acababa de aparecer en el listado de usuarios de tarjetas black (16.000 euros que ya ha devuelto) y la dermatóloga Elisa Pinto lo había denunciado el 21 de diciembre de 2013 ante un juzgado de Madrid por acoso sexual.
Cortafuegos impuesto por Zarzuela
Tampoco asistía ya el empresario a la gran reunión anual de los dos patronatos (el honorífico y el órgano de Gobierno) en el Palacio de El Pardo en Madrid. El último, presidido por los reyes Felipe y Letizia, tuvo lugar en junio de 2015. Desde entonces, su situación estaba sobre la mesa del patronato presidido por Matías Rodríguez Inciarte, un histórico ejecutivo del Banco Santander. La patata caliente del caso López Madrid se convirtió en abrasante para la FPA a raíz de los mensajes desvelados la semana pasado por eldiario.es.
Nada más recibir la carta, la FPA ha procedido a borrar su nombre y el de la empresa que preside- el fondo financiero Siacapital- del listado de patronos. Una relación que contiene a lo más destacado de la economía española: desde Ana Patricia Botín y las hermanas Koplowitz hasta el propio suegro de López Madrid, Juan Miguel Villar-Mir, presidente de OHL, íntimo amigo de Juan Carlos I, que lo nombró marqués de Villar Mir poco antes de abdicar.
Como también informó EL ESPAÑOL, Felipe VI se vio obligado a imponer un férreo cortafuegos en torno al que durante 16 años fue uno de sus mayores amigos: López Madrid es también padrino de uno de los hijos de la infanta Cristina, de la que el rey también se ha visto obligado a distanciarse.