Extraña semana para la 'Marca España' vista a través del objetivo de los medios internacionales. Después de que publicaciones de prestigio como The Financial Times se hicieran eco de la polémica por los titiriteros detenidos en Madrid, ahora es otro titular el que se repite en las cabeceras: "Funcionario español se ausenta del trabajo durante seis años y nadie se da cuenta".
La noticia ya ha sido recogida en medios anglosajones como The Times, The Independent, la BBC y el portal europeo de POLITICO.
El funcionario al que hacen referencia es el gaditano Joaquín García, cuya historia saltó a las páginas del diario El Mundo el jueves. Se trata de un ingeniero de profesión, jubilado desde hace un año, que en 1990 entró a trabajar en el Ayuntamiento de Cádiz y llegó a ser director técnico de Medio Ambiente. Cuando el PP sustituyó a los socialistas en el gobierno municipal, García fue transferido a la empresa Aguas de Cádiz y asignado a la estación depuradora La Martona.
Ahí tenía un despacho, que usaba poco al ser su labor de supervisión itinerante. Pero en 2010 el entonces concejal de Personal y ahora senador del PP, José Blas Fernández, detectó que en realidad no acudía a trabajar desde al menos 2006, lo que no le impedía cobrar su sueldo.
"Un día me acordé de él y pensé: '¿Dónde estará este hombre? ¿Seguirá allí? ¿Se habrá jubilado?, ¿Habrá fallecido?" - explicaba Fernández en El Mundo. "Como me constaba que seguía cobrando la nómina, me puse a hacer gestiones. Llamé a Aguas de Cádiz y me dijeron que allí no sabían nada, que pensaban que había vuelto al Ayuntamiento..."
El concejal abrió entonces expediente y le confrontó directamente, exigiéndole explicaciones sobre a qué se había dedicado. "No supo contestar nada, dijo que le estaba acosando y se marchó sin hacer más declaraciones". El Ayuntamiento procedió entonces a su suspensión y le reclamó la devolución de un año de salario, 29.920 euros, el máximo posible. García recurrió la sanción ante los tribunales, pero el juez no ha dado por válida su versión.
Según el funcionario, lo que había sufrido era un caso de 'mobbing' por motivos políticos, ya que es cuñado de un político socialista. En su puesto en la depuradora de agua "no tenía nada que hacer", lo que le produjo daño psicológico. García asegura que iba todos los días al despacho, "aunque no de ocho a tres" según confesó a El Mundo, y que ocupó el tiempo ocioso en leer a Spinoza.
Uno de los detalles que los medios extranjeros señalan con más fruición es que, según revela José Blas Fernández, el caso podría no haberse descubierto nunca si el consistorio no hubiera puesto el ojo en Joaquín García para homenajearle por sus 20 años de servicio público.