Los vehículos y furgonetas más contaminantes en Cataluña deberán pagar un impuesto a partir de 2018. El Govern de Puigdemont ha aprobado este martes el proyecto de ley contra el cambio climático para reducir la emisión de CO2, que incluye una nueva tasa que variará en función de las emisiones de cada vehículo.
Según el conseller de Territorio y Sostenibilidad, Josep Rull, la nueva medida supondrá que un turismo medio pague entre 5 y 6 euros al año. Un vehículo que emita mucho CO2 -Rull ha citado una versión deportiva del Audi A8- pagará hasta 84 euros. Los coches que se queden por debajo del umbral de 120 gramos de CO2 por kilómetro no se verán afectados por el nuevo impuesto. El Govern prevé ingresar unos 76 millones de euros y destinará una parte de ese dinero a renovar el parque móvil de la Generalitat.
El objetivo de la Generalitat es reducir las emisiones un 25% en 2020 en relación a los niveles de 2005, en consonancia con los objetivos europeos. Rull ha definido la ley, que debe pasar por el Parlament, como una “ley de Estado” y ha destacado que es pionera en España. “No es una ley concebida desde la autonomía”, ha explicado. “Es una ley de un país comprometido con el reto global de la humanidad”.
La nueva figura impositiva se aplicará de manera gradual hasta 2020. Empezará por los vehículos más contaminantes -deportivos y coches antiguos- que superan los 160 gramos de CO2 por kilómetro y se irá aplicando a los demás progresivamente. Según los cálculos de la Generalitat, el 60% de los coches emite menos de 140 gramos, por lo que la mayoría de usuarios pagará “una cantidad relativamente baja”.