El pequeño Jordi, el niño de tres años desaparecido en la Nochevieja en Camós (Girona), ha sido encontrado sano y salvo después de pasar 20 horas al raso, solo. El menor estaba a 1,5 kilómetros de distancia de Can Serrallonga, la casa rural donde su familia pasaba el fin de año.
Más de 500 personas participaban en la búsqueda de Jordi. Pero fueron un hombre y su hijo que paseaban por la zona quienes encontraron al pequeño. Inmediatamente se han puesto en contacto con los Bomberos de la Generalitat para notificar su localización en una zona boscosa.
Según ha informado el consejero de Interior catalán, Jordi Jané, el niño se encuentra "bien de salud", aunque tenía un poco de frío. Las temperaturas durante la noche han sido inferiores a los diez grados. Los bomberos, después de hidratarle con unos zumos y protegerlo con una manta térmica, han trasladado al menor al lugar donde se encontraban sus padres, que lo han identificado. Jané, en declaraciones a los periodistas, ha mostrado su satisfacción por el "final feliz" de esta historia y ha destacado que Jordi es un "niño fuerte".
Jordi se desorientó
La pesadilla comenzó en la tarde del jueves, cuando el menor se desorientó y acabó andando más de un kilómetro en dirección contraria a la casa rural. La familia de Jordi, originaria de Sant Feliu de Guíxols (Girona), había llegado hacia las cinco de la tarde a esa casa rural de Can Serrallonga con unos amigos para celebrar la última noche del año. Los padres echaron de menos al niño mientras descargaban el coche.
Al alertar de su desaparición, se organizó un dispositivo, comandado por los Bomberos de la Generalitat, en el que han trabajado 23 dotaciones terrestres y un helicóptero, a la vez que se han formado una quincena de equipos de entre diez y quince personas cada uno de ellos, coordinados por un bombero.
Una balsa de agua hizo temer un ahogamiento
Los equipos se han repartido alrededor de la finca, ubicada en las afueras del pequeño pueblo de Camós, peinándose toda la vegetación. Los submarinistas de los Bomberos también se han sumergido en una balsa de unos 1.600 metros cuadrados de superficie próxima a la casa rural, donde no se encontró ningún rastro del menor.
Los implicados en el operativo, entre los que también había Mossos d'Esquadra, han buscado en el interior de todas las construcciones de que consta el recinto rural y se han extendido por las pistas forestales que rodean la casa. Por otra parte, han participado en las tareas de búsqueda miembros de la unidad de montaña del Grupo de Actuaciones Especiales, equipos de perros de la unidad de Girona del Grupo Canino de Búsqueda, voluntarios de Protección civil de Banyoles y vecinos y familiares del niño.