El Tribunal Supremo acaba de acordar que sea el juez de Plaza Castilla, Alfonso Serrano-Arnal, quien deba continuar con la investigación del 'caso Rato' y no lo asuma la Audiencia Nacional, como pretendía el instructor. Así lo acaba de acordar el alto tribunal tras analizar la cuestión de competencia planteada entre ambos organismos.
El juez de Madrid entendía que el caso en el que se investiga la fortuna del ex vicepresidente del Gobierno, Rodrigo Rato, debía ir a la Audiencia Nacional al tratarse de delitos de blanqueo de capitales cometidos en el extranjero. Sin embargo, el juez Fernando Andreu rechazó asumir la causa al entender que los delitos de blanqueo que se atribuyen a Rato no corresponden a la Audiencia Nacional, al haberse cometido en territorio español y no en el extranjero.
Ahora, según ha podido saber EL ESPAÑOL, el alto tribunal da la razón a Andreu y remite toda la causa del 'caso Rato' a Plaza Castilla para que siga investigando los delitos de blanqueo, delitos fiscales y de corrupción entre particulares del ex presidente de Bankia, así como de varios colaboradores suyos.
Durante la deliberación se había planteado dividir la causa y dejar el delito de blanqueo de capitales en la Audiencia Nacional y los demás dejarlos en Madrid. Sin embargo, esta alternativa finalmente ha sido desistida porque el delito de blanqueo siempre lleva un delito antecedente y no pueden quedar separados.
La Fisclaía Anticorrupción apoyaba la postura de que se fuera a la Audiencia Nacional al entender que Rato habría blanqueado dinero en el extranjero, aunque su postura fue rebatida por la Fiscalía del Tribunal Supremo, que consideró que el asunto debía quedar en los juzgados ordinarios. Anticorrupción entendía que el caso debía llevarse en la Audiencia Nacional, puesto que la sociedad Kradonara, de Rato, ha recibido 6,5 millones de euros procedentes del extranjero cuyo origen se desconoce.
En la causa, Serrano Arnal tiene imputados, además de al ex ministro de Economía en la época de José María Aznar, a su secretaria, Teresa Arellano, a su supuesto testaferro, Miguel Angel Montero, al ex consejero de Bankia, José Manuel Fernández Norniella, y a varios altos cargos de las empresas de publicidad, Publicis y Zenith Media, contratiastas con la entidad bancaria mientras Rato era presidente.
Según la investigación, En 2006, 2007, 2011 y 2014, Kradonara obtuvo directamente a través de distintas transferencias 3,4 millones, a las que hay que sumar otras por valor de 3,047 millones recibidas desde su matriz, la firma Vivaway, de la que es beneficiario último Rato.
A su vez, Vivaway recibió 2,5 millones entre 2013 y 2014 de la sociedad panameña Wescastle Corporation, con domicilio en Ginebra, reconocida por Rato en su declaración de bienes en el extranjero, y algo más de 850.000 euros en 2012 y 2013 de la sociedad Red Rose, cuyo domicilio estaría en Bahamas.
Todo ello para que al final Kradonara acabara manteniendo la mercantil alemana Bagerpleta GmbH, cuya única actividad económica es la explotación de un hotel en Berlín, del que Rato posee un 50%.