David recuerda a Juan Alberto como un chico feliz. Por encima de todo. Vitalista. Lleno de proyectos. Fueron juntos a la universidad, aunque no estaban en la misma clase. “Cruzarte con él por el pasillo era sinónimo de echarte unas risas y 'frikear' un poco de música”, dice. Le pregunto si le importa hablar conmigo de él. “No. Así todo el mundo sabrá lo cojonudo que era”.
Llevaban seis años sin verse, desde que Juan Alberto se fue a Holanda de Erasmus, pero la fatídica cita del joven con Eagles of Death Metal en Bataclan confirma a David lo que sus conversaciones de facultad vaticinaban. “Me alegra saber que seguía teniendo esa misma pasión por la música”. No compartían profesores en Ingeniería Industrial y Telecomunicación en Madrid, pero sí una pasión: el rock. “Qué bestial el recopilatorio de Jimmi Hendrix. Recuerdo que un día me paró así por la biblioteca de la facultad”, cuenta David. A ambos veinteañeros les gustaba la música indie y el rock antiguo.
“Era un chico tan tolerante... Tenía amigos de todas las nacionalidades. Era culto, y muy respetuoso con todo el mundo. Era brillante. Un crack. Se sacó la carrera en cinco años, y trabajó nada más y nada menos que en Iberdrola y en EDF. De hecho, en los primeros años de universidad fue profesor auxiliar”, insiste David.
En esa época, Juan Alberto solía salir de fiesta con él y con Joaquín, que aunque no iba a la universidad con ellos, logró rápido ganarse la simpatía del joven ingeniero. “Era el tío más gracioso que te podías echar a la cara. Qué lástima. Y qué injusto. Se lo van a pasar bien ahí arriba. Era un tío guay, de verdad”. David está de acuerdo. “No tengo un solo recuerdo suyo de bajón. Siempre estaba alegre”.
El joven español, nacido en Granada pero afincado desde su infancia en Madrid, vivía en París desde hace cinco años. Desde su estancia en Marsella, donde vivió tras su erasmus en Holanda, trabajaba para la compañía eléctrica Electricité de France (EDP). Su alegre personalidad quedó reflejada en el reportaje que Españoles por el Mundo hizo sobre él en 2011.
Junto a su esposa, acudió este viernes al concierto en el Bataclan, en el distrito 11 de París. Juan Alberto fue alcanzado por las balas de los terroristas que secuestraron la sala durante más de tres horas y que dejó 89 muertos, entre ellos, el joven ingeniero.
Fallecía en el hospital tras protagonizar una emocionante búsqueda a través de las redes sociales, que sus compañeros de facultad no dudaron en alimentar. “Tras varias horas de confusión nos dijeron que estaba vivo, en shock, pero bien. Minutos después leímos la noticia de su muerte”
Hacía mucho tiempo que no hablaban, pero por las redes sociales se seguían la pista. Ambos saben que se casó en verano en Ciudad Real, de donde su esposa es originaria. Prefieren no ver la televisión, recordar lo bueno que les aportó durante sus años de amistad. “Tanto a David como a mí nos hizo descubrir el disco de David Bowie 'The Rise and Fall of Ziggy Stardust and the Spiders from Mars'. Lo sigo escuchando regularmente. Ayer, al saber esto, lo escuché en bucle”.