La Unión Europea pagará al menos 3.000 millones de euros a Turquía a cambio de que tome medidas para frenar la llegada de inmigrantes y refugiados sirios a territorio comunitario. Es el acuerdo que han cerrado este domingo los líderes europeos con el primer ministro turco, Ahmed Davutoglu, tras una cumbre sin precedentes a la que no ha fallado ninguno de los 28 jefes de estado y de gobierno europeos. El que no ha asistido ha sido el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan.

Pero las dos partes han interpretado de forma diferente los resultados de la reunión. La UE espera ahora “una reducción inmediata y sustancial de los inmigrantes irregulares que llegan a Europa”, según ha dicho el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk. Alrededor de 1,5 millones de personas han entrado ilegalmente en la UE en 2015, de acuerdo con sus cifras. Bruselas vigilará “al menos una vez al mes” que el acuerdo dé resultados.

Para Davutoglu, lo importante de la cumbre es que los líderes europeos aceptan “reactivar” el proceso de adhesión de Turquía a la UE. En sus discursos, apenas ha mencionado la cuestión de los refugiados. “Me gustaría decir que el número de inmigrantes disminuirá, pero no podemos porque no sabemos lo que pasará en Siria”, ha alegado el primer ministro turco en la rueda de prensa. “Pero sí puedo garantizar que Turquía cumplirá todas las promesas del plan de acción”, ha agregado.

En concreto, Ankara se ha comprometido a sellar sus fronteras con la UE, colaborando con Grecia y Bulgaria. También reforzará el combate contra las mafias de tráfico de seres humanos y aceptará la repatriación de los inmigrantes que entren de forma irregular en territorio comunitario, incluso los que no son ciudadanos turcos. A cambio, los líderes europeos se han plegado a todas las exigencias de Erdogan, que son fundamentalmente cuatro.

Un pago de al menos 3.000 millones de euros

Bruselas había ofrecido a Turquía 3.000 millones de euros en dos años para atender a los refugiados. Erdogan quería que esta cantidad fuera anual. Finalmente, los líderes europeos afirman que se trata de un pago “inicial”, es decir, que podría haber más fondos europeos para Ankara. “El dinero es para los refugiados, no para Turquía”, alega Davutoglu. Pero sigue sin estar claro quién va a pagar. La Comisión sostiene que sólo quedan 500 millones de euros en las arcas comunitarias. El resto del dinero deben ponerlo las capitales de sus presupuestos nacionales. A España le tocaría aportar 191 millones de euros. Los gobiernos todavía esperan reducir su contribución a costa de exprimir los márgenes del presupuesto de la UE.

Reactivar las negociaciones de adhesión

Las negociaciones de adhesión de Turquía a la UE comenzaron en 2005 pero diez años después apenas han dado resultado. De los 35 capítulos, sólo se han abierto 13 y únicamente se ha completado uno. Ahora, los líderes europeos se comprometen a "reactivar" las conversaciones. El 14 de diciembre, abrirán el capítulo 17, que versa sobre la política económica y monetaria. Además, la Comisión se ha comprometido a iniciar durante el primer trimestre de 2016 el diálogo sobre otros cinco capítulos, entre ellos el de justicia, libertad y seguridad. El país que más se resiste es Chipre, que está dividido desde 1974 cuando las tropas turcas ocuparon la parte norte de la isla. El presidente de la Comisión, Jean Claude Juncker, ha pedido de nuevo un acuerdo para la reunificación. 

El fin de los visados a los ciudadanos turcos

Los líderes europeos han aceptado suprimir, a partir de octubre de 2016, la exigencia de visado a los ciudadanos turcos que viajan a territorio comunitario. Tanto Tusk como Juncker sostienen que, al igual que ocurre con las negociaciones de adhesión, no se está dando a Turquía un trato especial: el gobierno de Erdogan deberá cumplir todos los requisitos exigidos. Pero en la práctica, el hecho de fijar un plazo supone ya dar una ventaja a Ankara.

Cumbres periódicas entre la UE y Turquía

La UE celebrará cumbres bilaterales con Turquía al menos dos veces al año. El formato todavía no se ha pactado. Erdogan quiere que sean como la de este domingo, es decir, con la participación de los 28 líderes. Desde Bruselas se alega que en este tipo de reuniones sólo suelen estar Tusk y Juncker. En todo caso, esta decisión supone otorgar un tratamiento privilegiado a Turquía. La UE suprimió las cumbres con los países candidatos en 2004. Y las reuniones de todos los líderes europeos con países terceros son muy infrecuentes. El hecho de que se celebren estas cumbres significa que “todos ven a Turquía como un miembro de la familia” europea, ha dicho Davutoglu.

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