
La mosca soldado deshidratada es una fuente de proteína sostenible y eficiente para alimentación animal. Cedida
La metamorfosis de la industria alimentaria: así es Insectius, la 'startup' española que produce proteínas a partir de insectos
Con la mosca soldado negra como producto base, esta compañía promueve una alimentación beneficiosa mientras revitaliza la España vaciada.
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Todo arrancó a partir de su experiencia propia como veterinario. Veía a perros con distintos problemas de salud intestinal y, al cambiar de los piensos convencionales a otros con proteína de insectos, mejoraban. Ese fue el momento en el que pensó: "¿Y si esto puede ayudar a muchas más mascotas y a sus dueños?". Así, cuenta Raúl Reyes Caballero, surgía Insectius la startup española de la que es CEO y cofundador.
Se define a sí mismo como "veterinario por vocación y emprendedor por naturaleza". Y es que, a pesar de que se dedica a la medicina y cirugía veterinaria desde hace 14 años, su espíritu emprendedor, cuenta, le ha llevado a buscar "soluciones innovadoras a problemas reales".
Su objetivo es combinar ambas profesiones para "impulsar la sostenibilidad en la producción de alimentos y aportar valor a la industria". Y eso fue lo que ocurrió con Insectius tras ver un "claro potencial" en los insectos como alternativa diferente, responsable y centrada en el bienestar de las mascotas y del planeta.

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Los inicios, confiesa a ENCLAVE ODS, fueron un poco "a ciegas", porque "sigue siendo un sector bastante nuevo y donde falta mucha transparencia".
En esos primeros momentos, recuerda Reyes Caballero, hubo quienes les aseguraban que una especie de insecto, como el tenebrio o el grillo, podría usarse como base para la alimentación animal. Tan solo tuvieron que echar cuentas para ver que "los márgenes no salen". Y precisamente fue esa falta de información lo que tomaron de base para diferenciarse.

Marcos Aguayo y Raúl Reyes, fundadores de Insectius. Cedida
Optaron por "ser muy claros y abiertos" con lo que hacían, explicando por qué apuestan por la mosca soldado negra —su producto base—, cuáles son sus costes y cómo funciona todo el proceso. Porque para Reyes Caballero la clave para atraer al público está en "esa transparencia" que ayuda a ganarse la confianza, tanto del público como de la industria.
Sin embargo, comprender este hecho no fue el único desafío al que tuvieron que hacer frente. Lo peor, asegura, fue "el desconocimiento de la regulación específica para insectos". Y lo explica: "Mucha normativa existente está pensada para otro tipo de ganadería y se extrapola a nuestro sector, donde algunas exigencias resultan inadecuadas o simplemente no se aplican".
Aunque, dice, debe reconocer que han encontrado un gran apoyo institucional. La Generalitat, en su caso, "ha facilitado y agilizado muchos trámites", siendo de gran ayuda en los primeros momentos del proyecto.
Metamorfosis alimentaria
En Insectius trabajan principalmente con la mosca soldado negra (BSF, por sus siglas en inglés). A partir de ella, obtienen harinas, aceites y otros derivados. Porque pese a que los insectos, indica Reyes Caballero, estaban, hasta hace poco, "infravalorados", cuentan con "un gran potencial nutricional y medioambiental.
Requieren menos espacio y agua para producir la misma cantidad que otras fuentes tradicionales". Además, explica el CEO de Insectius, "su ciclo de vida es muy rápido y se pueden criar aprovechando subproductos que, de otra manera, acabarían como recursos". En definitiva, se trata de un cultivo "sumamente eficiente y sostenible".
La proteína de insectos es, además, altamente digestible. Contiene un perfil de aminoácidos muy completo, llegando a ser similar o incluso superior al de algunas harinas de pescado. Es rica en lípidos de calidad y, asegura Reyes Caballero, puede incluir compuestos beneficiosos para la salud animal.

En Insectius crean harinas, aceites y otros derivados a partir de la mosca soldado negra. Cedida
Para consumo humano, señala, es apta dependiendo de la normativa vigente nacional. De hecho, cada vez son más los productos —como barritas energéticas o harinas de repostería— en los que se encuentra este ingrediente. Y es que ofrece beneficios como proteínas de alta calidad, ácidos grasos esenciales, vitaminas y minerales (hierro o zinc, por ejemplo).
Sin embargo, lo que verdaderamente les distingue no es el producto, sino el precio al que son capaces de ofrecerlo. Llevan tiempo "obsesionados" con reducir los costes de la producción con el objetivo de equipararlos con el de la harina de pescado. Porque, puntúa Reyes Caballero, eso es "lo que realmente marca la diferencia y acerca esta alternativa sostenible a mucha más gente".
Revitalizar el campo
Al margen de sus productos, también ayudan a quienes están interesados en comenzar su propia granja de insectos con el objetivo de que "puedan iniciarse de forma sencilla". Se encargan, explica el CEO de Insectius, de "formar a los futuros ganaderos, darles el material necesario, asesorarles sobre dónde conseguir la comida para sus insectos e, incluso, comprarles toda la producción".
Se trata, dice, de simplificar el proyecto y asegurarse de que quienes se lancen a esta aventura lo hagan "con todas las garantías y con un mercado ya asegurado".
En ese sentido, para Reyes Caballero lo ideal es que "las personas o empresas que tengan un terreno libre, acceso a residuos orgánicos o comida barata" se adentren en el mundo de la cría de la BSF. Principalmente, porque, señala, son ellos quienes pueden reducir costes y aprovechar una materia prima que, de otro modo, se perdería.
Fruto de este trabajo en pro del entorno rural y lo verde, Insectius ha sido seleccionado para formar parte de la II edición del programa ¡Qué vivan los pueblos! de Yoigo y la Fundación Unlimited. Un hecho que, asegura su cofundador, "supone un reconocimiento al trabajo que estamos realizando y a la visión que tenemos de la sostenibilidad".
Están convencidos de que "la economía circular, apoyada por la cría de insectos, puede convertirse en un motor de desarrollo para zonas rurales, generando empleo y fijando la población". Motivo por el que esperan "inspirar a más emprendedores a crear proyectos que revitalicen la España vaciada de forma responsable y ecológica".
Alimentación 4.0
El sentido común, dice Reyes Caballero, es la clave de la sostenibilidad. Para él, la base de este ideal radica en "la eficiencia de los recursos y en diseñar modelos de negocio circulares que minimicen el desperdicio". Se trata, dice, de "aprovechar lo que antes se consideraba residuo y transformarlo en un recurso valioso", aunque para ello cree necesario "promover la educación ambiental y la colaboración".
En lo que respecta a Insectius, de aquí a cinco o diez años espera llevar su modelo de granjas modulares a más localizaciones, "ya que requieren poco tiempo para ponerse en marcha y mantienen un alto nivel de eficiencia". Busca, además, "seguir siendo transparentes" y poder asegurar la viabilidad de cada proyecto "sin sacrificar la sostenibilidad".
Si hablamos del consumo humano, los insectos avanzan a una velocidad más reducida. Pese a que hay quienes aseguran que este tipo de alimentación está cada vez más cerca, Reyes Caballero todavía lo ve algo "lejos". Para llegar a ese punto, o por lo menos para que esa tendencia llegue a España, dice, "se necesitarían dar cambios muy importantes".
Mientras tanto, explica, el objetivo de la startup es integrar esta alimentación en "una cadena ya funcional", como pueden ser los peces, los crustáceos o las gallinas ponedoras, que ya consumen insectos de forma natural. En el caso de los humanos, concluye, sería necesario "comenzar a evangelizar".