Saype, el enfermero convertido en artista de 'land art' que une a la humanidad a través de sus frescos
Con la presentación de su obra en España, el reconocido artista aprovecha para dar algunas pinceladas sobre su mensaje y el valor de la ecología.
30 septiembre, 2023 01:43Con una lluvia inusual para esta época del año, la furgoneta se dirigía a un lugar de la Mancha de cuyo nombre no debo acordarme. Ese fue el lugar en el que Guillaume Legros (Belfort, 1989) —mundialmente conocido como Saype—, un reconocido artista del nuevo movimiento land art, escogió para erigir su obra más reciente: En nuestras manos. Esta asombrosa obra, fruto de la colaboración del pintor con la Alianza StepByWater, visibiliza un problema persistente, y en ocasiones invisible, con la representación de unas manos que sostienen un pequeño humedal: la sequía.
De la mano de la entidad, que abandera la Revolución Cultural del Agua, la pieza artística pretende transmitir un doble mensaje: proteger los recursos hídricos está en nuestras manos y, al mismo tiempo, el agua se está escapando. El problema de la sequía no es solamente un problema para los países desérticos, la ONU estima que en 2025 el 75% de la población mundial se verá afectada por este tipo de situaciones.
Y, España, es uno de los que ya la está sufriendo. Viene de experimentar su abril más caluroso desde que se tienen registros y, según los datos del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MITRED), casi el 15% del territorio nacional se encuentra en situación de emergencia en cuanto a la escasez de agua y casi el 28% está en situación de alerta o excepcionalidad.
A su paso por España, y en plena faena, el reconocido artista francés ha dedicado unos minutos a ENCLAVE ODS para hablar sobre Beyond Walls, el ambicioso proyecto que tiene entre manos, y el siginificado detrás de su mensaje. Con sus cubos blancos de pintura biodegradable, sus pulverizadores, sus drones y su pequeño equipo de ayudantes —que son también sus amigos de toda la vida—, este humilde enfermero reconvertido en pintor ha recorrido medio mundo pintando sobre todo tipo de paisajes, desde el Campo de Marte (París, Francia) hasta las inmediaciones del emblemático Monumento a la Paz de Okinawa (Japón).
De enfermero a pionero del 'land art'
"Empecé en 2012 y no realicé mi premer encargo hasta 2015", señala Saype. Antes de esto, admite, "no era muy famoso, pero era muy conocido en el mundo del arte en Francia, Suiza y Alemania". Durante diez años, al tiempo que trabajaba como enfermero en un hospital, se empapó de la cultura del arte y pintaba sobre lienzos en su estudio. Previamente, había coqueteado con el graffiti, un arte, tal como asegura, de carácter universal.
Después, cuenta, empezó a explorar otras técnicas diferentes al óleo, como los frescos o los murales. "Sentía que nadie estaba observando este tipo de arte, y había tantos artistas que lo hacían", expresa. A raíz de esto, y con la llegada de la tecnología de drones a España, declara, "pensé que tal vez podría crear una obra de arte en el suelo, sin necesidad de tener un helicóptero".
Cuando empezó, su idea inicial era "ayudar a la sociedad" y pensó que su arte sería capaz de "cambiar algo en el mundo". Y no se equivoca. Un acontecimiento que le inspiró en aquel momento fueron las Primaveras Árabes. "Me hizo pensar en el determinismo", dice. Y argumenta: "La sociedad pobre trató de revertir un gobierno que no les gustaba y, a punto de conseguirlo, el poder fue tomado por otro gobierno más fuerte". Saype subraya que esto demuestra que muchas veces no puedes elegir el futuro que quieres".
"Cuando se me metió en la idea de crear land art en la cabeza estaba viviendo en una pequeña casa rodeada de hierba", señala. Así, su jardín se acabó convirtiendo en el caballete de su lienzo. "Como no tenía sentido pintar con materiales corrosivos y tóxicos para el medioambiente, decidí desarrollar mi propia pintura", señala. Y tardó 3 años en perfeccionar su técnica y dar con una fórmula de pigmentos biodegradables.
"La mayor cadena humana del mundo"
"Creemos juntos la mayor cadena humana del mundo" es el mensaje que proyecta sobre los suelos de jardines, desiertos, playas, y hasta en la superficie marina de estrechos. Una máxima que se identifica con su proyecto más ambicioso: Beyond Walls (Más allá de los muros). El artista francés ha conseguido, por el momento, conectar más de una veintena de ciudades internacionales con sus cadenas de manos. Y, casi sin darse cuenta, ha pintado sus frescos en tres de las cuatro sedes mundiales de la ONU —Nueva York, Ginebra, Nairobi y, la que le falta, Viena—.
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En Beyond Walls, cuenta Saype, "las manos tienen un doble significado". En cada uno de los viajes que realiza, el artista procura hacer fotos de las manos de la gente para inspirar sus bocetos. Y aclara: "Da igual si se trata de gente muy famosa, de gente sintecho o de gente como tú o yo". Saype explica que las manos son un elemento común a todo ser humano. "Me encanta la idea de poner a toda la humanidad al mismo nivel", confiesa.
Por otro lado, el segundo valor que reivindica con las figuras entrelazadas tiene que ver con la identidad. "Si te fijas en los detalles de las manos puedes identificar la historia de la gente", señala. Tatuajes (algunos de motivos étnicos), mangas, relojes, brazaletes o anillos son algunos de los elementos que se incluyen en las pinturas. Estos detalles, argumenta, "dicen mucho de la historia de las personas". Y sentencia, convencido, que "se trata de la misma historia que podría sugerir una cara, pero es más sutil".
"Un arte con impacto"
"Impactar en las personas, sin impactar en la naturaleza" es la máxima que sigue Saype, que ofrece un mensaje claro sin que suponga un daño al medioambiente. Este 'land painter', que crea su propia pintura con materiales naturales, se pasó cinco años estudiando su impacto sobre su lienzo, el suelo. Y dio con dos materiales ideales para la expresión artística.
Con carbón y tiza consigue hasta 5 tipos de grises. Pero el blanco y negro no son los únicos colores que utiliza el artista. Ni tampoco el suelo es la única superficie sobre la que pinta. Hay veces en las que Saype decide despegar el lienzo del suelo y utilizar estructuras físicas para completar sus obras, como sucedió en su trabajo más reciente en Suiza.
[Nancy Holt, una pionera más allá del Land Art]
"Hoy por hoy mis pinturas son eco-friendly, pero no son 100% biodegradables, ya que la tiza es un tipo de roca que no entra en el ciclo de vida", expresa Saype. Pero adelanta que está trabajando en un nuevo pigmento blanco con un material que se encuentra en Suiza para alcanzar la biodegradabilidad total de su pintura. "Siempre estoy en búsqueda de nuevos pigmentos para mi arte", señala.
"Es divertido", explica riendo. Cuando se piensa en el impacto medioambiental de su trabajo "todo el mundo presta atención a la pintura que utilizo". No obstante, ejemplifica, "si me toca pintar en los Alpes suizos en mayo, el mayor impacto medioambiental es el que se produce cuando corto el césped", ya que perturbaría el ecosistema de insectos, roedores y otros animales. "Mi impacto [medioambiental] tiene que ver con los viajes y cómo preparo el terreno, más que la pintura", destaca.
Obras efímeras
En las obras de Saype, lo importante del mensaje es la experiencia y no el resultado. Al fin y al cabo, la pintura terminará desapareciendo con el paso del tiempo y solo quedará la foto. "Mis obras tardan entre un día y tres meses en borrarse por completo", señala. Los factores que condicionan la preservación del fresco son el suelo y el temporal. El artista, aludiendo a las lluvias que le han obligado a interrumpir su trabajo, señala que no es la primera vez que se puso a llover cuando pintaba.
Irónicamente, cuando estuvo en Kenia pintando otro proyecto que denunciaba el problema de la sequía, le pasó algo similar. Saype recuerda que en aquel momento, principios de 2022, "habían pasado 4 años desde la última vez que llovió". Y, en cuanto llegó al país del África Oriental, "se puso a llover". Si ya de por sí es un reto pintar sobre mojado, la dificultad se multiplica cuando se hace sobre arena. El artista tuvo que esperar a que terminase de llover para repintar y terminar la pieza.
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En esta ocasión, la lluvia solo duró unas pocas horas y la superficie a pintar era principalmente de hierba. "Si llueve eso no afecta a la pintura, sino a la superficie", explica. En yerba, detalla, conviene no pintar mientras llueve, ya que la pintura se podría infiltrar en la tierra. Por lo general, "en terrenos secos, la pintura puede durar mucho más tiempo", pero en arena seca, el viento puede dispersar los pigmentos más fácilmente.
La ecología, un problema sin fondo
La ecología es un motivo que explora en toda su obra. Y es el motivo central de la que estuvo pintando en España: "Antes de plantearla obra, hablamos mucho sobre la sequía". Saype realizó una investigación previa para conocer la magnitud del problema. "Tuve mucho tiempo para reflexionar sobre el tema y me di cuenta de que cuanto más profundizas, más sientes que no entiendes nada".
"Siempre estamos hablando de CO₂, pero la ecología es tan global… Con el ciclo del agua sucede lo mismo, hay tantas consecuencias…", declara. Por eso, con su arte, intenta "poner en el foco temas que considero importantes, que me hagan sentir, pero no trato de dar ninguna solución".
Lo que queda es la foto y el recuerdo
El joven artista se desentiende del arte más conceptual. "Cuando voy a un museo o una exposición, la mayoría de veces me termino aburriendo", explica. Por eso, para él, el arte tiene que ir más allá. "En el arte es importante generar sensaciones reales", comenta. Y añade que incluso cuando el arte no incluye palabras, "si consigues evocar un sentimiento, es suficiente".
Y en ese sentido, afirma entre sus grandes inspiraciones se encuentran Christo y Jeanne-Claude. Saype explica que en el trabajo que realiza esta dupla de artistas de land art "incluso tener la autorización es un reto", y esto "forma parte de la obra de arte". "Me gusta esa idea de "vender tu obra de arte y decir ‘tenemos que hacer esto’", señala.
"Es una paradoja, porque yo me siento como un pintor", explica Saype. En el land art, en cambio, se pinta, se construye y se disponen diferentes elementos, pero no se espera que sean obras que queden físicamente (intactas) para la posteridad, como sucede con las artes plásticas. Al artista francés le vale con eso. Y reconoce que "sin foto, no hay arte". Sin duda, concluye, "me quedo con la experiencia de haber llegado hasta esa foto".